Abril -Hola a todos, miren a quien traje- el que Ryan intentara sonar casual, de cierta forma me inquietaba. No era una muñequita de cristal a la cual proteger. -¡Pomponcito! ¿Me extrañaste?-su cara ilusionada me provoco una sonrisa, a veces parecía uno de los cachorritos con los que trabajaba. -Esto puede sorprenderte, incluso yo estoy sorprendida, pero si te extrañaba.- en su cara se extendió una enorme sonrisa que mostraba cada diente. ¡Totalmente aterrador!- Aunque con esa cara comienzas a asustarme. -Ah no lo hace, acabas de confesar que me extrañabas. Lo ves Ryan, ahora tienes competencia- debí imaginar que diría algo así. -Cállate idiota- gruñó mi acompañante. -Eso de los gruñidos ya me preocupa, ¿Deberé sedarte e inspeccionarte? -No olvides las pulgas, lo he visto rascar