Megan —¿Así que me perdonaste ángel?—Jack tiene una mirada divertida, él sabe que lo hice para molestar a la perra que quiere robármelo. —Un poco—lo abrazo y acomodo mi cabeza en su pecho— No me gusta estar enojada contigo. —Tampoco me gusta ángel, menos si es por un error. Necesito que confíes en mi ¿Sabes?. —Él me pedía eso como si fuera sencillo, ya quisiera poder hacerlo, pero me era difícil. —Yo confió en ti, pero ¿Cómo te sentirías en mi lugar? Se sincero, por favor.— no le gustaría, aunque mienta lo sé, se siente horrible. —Mal, querría matar al bastardo que ponga sus manos en ti. —ahora espero lo vea —Lo ves, no es fácil ignorar algo así. Y de remate entra a tu casa como si fuera la dueña.—esto es lo que en verdad me molesta, aún quiero dejarla calva. —Eso no esta