Abril. Desperté sintiéndome mareada, completamente desorientada. Tuve el sueño más extraño, donde Ryan se convertía en un lobo. Pero no cualquier lobo, sino en el que trate hace unos días. Lo viví tan real, aún siento el miedo correr por mis venas. Entonces abro los ojos, solo para encontrarme con la mirada preocupada de Michael. -No fue un sueño ¿Verdad?- mi pregunta sale ahogada -Me gustaría decirte que si, pero no. Verás pomponcito, Ryan se asustó y cedió el control a su lobo, pero él nunca te haría daño- vaya, que seguridad me dan esas palabras. -Ok, me largo de aquí. Estoy enloqueciendo, es eso, todo tiene su explicación. El intenso estrés al que me estoy exponiendo, me produce alucinaciones, con un poco de descanso esto solo pasará a ser un mal sueño. -Pomponcito, debes