Adicto a Ti

Annika Sokolov... Observo los controles de mando mientras hablo con la torre de control para que nos den permiso de aterrizar, observo al hombre junto a mí que sonríe ampliamente. - ¿feliz de regresar? – pregunta y yo sonrió mientras nos asignan pista para aterrizar. - Solo nos fuimos un mes, no es para tanto – respondo como si nada, aunque la verdad es que extraño a mi familia y el ajetreo de Nueva York. Lo que me recuerda que en dos horas tengo una reunión con Romeo y un nuevo inversionista que quiere hacer un trato con nosotros. Unos minutos después aterrizamos sin complicación alguna, bajamos del avión para hacer el papeleo de rutina y media hora después estoy atravesando el área de transito internacional del aeropuerto JFK. Cuando estoy por llegar a la salida observo a Felipe mi asistente esperando ya por mí. en ese momento me distraigo cuando mi celular suena, lo que hace que me tropiece con alguien haciendo que derrame su café encima. - Hay por Dios, lo siento tanto – digo tratando torpemente de limpiar su ropa con mis manos. - Debe de tener cuidado – dice molesto y no es para menos – arruino mi traje. - Si gusta puedo reponérselo –digo buscando en mi bolso de mano unas toallitas para limpiar el café derramado y es cuando levanto la mirada para observarlo, pero no estaba preparada para lo que vería. Es un hombre realmente atractivo, con unos impresionantes ojos azules que en ese momento me observan con intensidad molestia. - No se preocupe –responde y en ese momento mi celular vuelve a sonar, lo tomo para ver de quien se trata al tiempo que aquel magnifico hombre se aleja. - ¿estás en tierra? –pregunta Romeo del otro lado de la línea. - Pero que pesadito – digo tomando de nuevo mi maleta retomando mi camino – estoy encontradme con Felipe. - Debes llegar pronto que el cliente llega en poco más de una hora – dice y yo le sonrió a mi asistente allegar hasta él. - ¿todo está listo para cuando llegue? –preguntó subiéndome al auto mientras Felipe guarda mi maleta. - Si, aquí está tu ropa así que no tardes. Durante el camino mi asistente me pone al día de lo que sucedió en mi ausencia, lo escucho atenta mientras reviso en mi iPad de la empresa mi agenda. No viajare hasta dentro de dos semanas lo que me da tiempo de apoyar a Romeo en la empresa. Al llegar al edificio subo rápidamente hasta el piso donde se encuentran nuestras oficinas, entro rápidamente a la mía para ir directo al cuarto de baño que tengo allí. Me doy una ducha rápida y al salir veo la ropa que Romeo eligió, pantalón de tela blanco con flores de colores, blusa verde que deja al descubiertos y tacones del mismo color. me maquillo rápidamente, resaltando mis labios con tono carmil y dejo que el cabello me caiga de forma natural. Cuando estoy lista sonrió al ver el cambio de piloto a empresaria. Observo mi reloj y veo que tengo diez minutos de retraso. Salgo del baño y la oficina rápidamente encontrándome con Felipe fuera de esta. Me acompaña por las escaleras a la sala de juntas que está un piso más abajo. Al llegar y antes de entrar le pregunto. - ¿Cómo me veo? - Hermosa señorita –dice sonriendo mientras me abre la puerta. - Buenas tardes – saludo entrando, pero me detengo al ver quien se encuentra con mi primo. - Annika, al fin llegas –dice Romeo mientras los dos se ponen de pie, pero mi primo se acerca a mí con una enorme sonrisa. – Annika quiero presentarte a Ares Miller. - un placer – responde acercándose a mi estrechando mi mano. - Annika Sokolov – respondo mientras me observa a los ojos. Comenzamos la reunión, pero yo me siento muy nerviosa bajo su intensa mirada, le pido a mi asistente un café porque muero de cansancio. Escucho a mi primo atenta mientras nos explica sobre la contraoferta de S&R Enterprise. Intervengo cuando lo creo conveniente y añado lo que creo que falta. - podemos reagendar para la próxima semana –comienzo a decir poniéndome de pie –los cambios en el contrato estarán listos para la próxima semana y si nos ponemos de acuerdo podríamos firmar ese mismo día. - por mí no hay inconveniente – responde Ares poniéndose de pie junto a Romeo - ¿puedo preguntar cuál es su lugar en la compañía? - soy socia en igualdad con mi primo y vicepresidenta de la corporación – respondo sonriente. - ¿también eres piloto? –pregunta y yo asiento con la cabeza mientras sonrió. - se puede decir que si - nos vemos en una semana – dice mi primo poniéndose a mi lado. - mi hermana Vania también estará presente en la reunión, ella es la vicepresidenta – dice y nosotros asentimos con la cabeza. - por nosotros no hay problema – responde mi primo mientras salimos de la sala de juntas, nos despedimos de Ares antes de que entre al ascensor. - ¿Cómo estuvo tu vuelo? - tranquilo, Liam es un excelente copiloto y siempre me facilita las cosas. – digo abrazándolo mientras subimos la escalera, - quiero ir a casa, estoy cansada. - puedes irte, yo me encantare de todo – responde mientras entramos a mi oficina – pero recuerda que tu madre nos espera esta noche – me recuerda y yo suspiro. - entonces prefiero ir a casa de mamá, si voy a mi apartamento no despertare en días – le digo tomando mi bolso. - te llevo, despeje mi agenda por tu llegada –dice poniéndose de pie para venir hasta mí. Salimos de la empresa y Romeo conduce hasta la casa de mi madre mientras hablamos de lo que ha sucedido en el último mes y de lo mucho que lo extrañe. Romeo y yo hemos crecido juntos, mi madre y tío nos criaron como gemelos, nos convertimos en mejores amigos. Fuimos a la misma universidad, estudiamos la misma carrera, aunque elegimos una carrera alternativa diferente, mientras yo me convertí en piloto internacional, a él le gustaron las computadoras, lo que nos dio la idea de añadir dos nuevas empresas, una de seguridad informática y yo una aerolínea antes de los veinticinco. Sé que suena difícil ser empresaria y piloto, pero gracias a mi abuelo y tío nos han apoyado en todo lo relacionado con la empresa facilitándonos las cosas. Cuando entramos a la casa de mi madre veo que nuestra familia sale a recibirnos entre ellos mi tío Oleg. - Hola – digo saliendo del auto corriendo a los brazos de mi madre que me recibe con los brazos abiertos. – hola mamá - Hola hija– me besa y yo la abrazo fuertemente feliz como cada vez que la veo.