ALEJANDRO El día llega, me levanto temprano, manejo hacia la casa de Sofía, al llegar, la miro salir y me sonríe con esa dulce sonrisa, salgo de mi coche y la abrazo fuerte, le doy un beso en la frente y después uno en sus rosados labios. – Buenos días – digo con ella en mis brazos – Buenos días – Contesta sonriendo – ¿Estás lista para ir al trabajo? – pregunto y ella sonríe – Si, pero antes, ¿podrías llevarme a ver a Anna?, tengo algo que darle – dice Sofía y asiento, entramos a mi coche y manejo – ¿Y que es eso que le vas a dar a mi hermana? – pregunto mientras manejo, Sofía a mi lado me sonríe – Es cosa de mujeres – dice y la miro, achico mis ojos y ella se ríe de nuevo – Siempre dicen eso las mujeres – digo y hago pucheros, Sofía se acerca y me besa la mejilla – Te quiero – di