SOFÍA Terminamos de cenar, los señores Fabre y nani platican conmigo y con Alejandro, nani cuenta que se la pasó muy bien en España, sé que ve son una familia muy unida, me alegra mucho poder convivir con ellos, son muy buenos. – Ven – dice Anna y se levanta, la sigo y llegamos al jardín, nos sentamos en unos columpios, al parecer ahí jugaban ella y Alejandro cuando eran niños – Toma – dice y me entrega una cerveza, pero niego – Yo no bebo – digo y ella sonríe – Solo una, sabe rico – dice con la cerveza extendida, la recibo y ella le da un trago a la suya, yo la imito, el sabor es amargo, Anna se ríe al mirar las muecas que la bebida me ocasiona – Cuando era niña me gustaba mucho jugar aquí, Alejandro me mecía super fuerte y yo sentía que podía tocar las estrellas cada que el columpi