SOFÍA Alejandro me mira fijamente, la verdad es que vine a la fiesta para ver si me lo encontraba porque lo extrañaba, y aquí está, mirándome con sus lindos ojos celestes. – Vamos a otro lado –dice y arrugo el ceño, me toma la mano y me lleva por atrás del lugar, llegamos a un verde pasto, la música se escucha a lo lejos, miro a mi alrededor y no hay nadie, solos él y yo – ¿Y qué hacemos aquí? – pregunto y el sonríe – Platicar, adentro la música estaba muy fuerte – dice y se sienta en el pasto, me hace señas para que haga lo mismo, lo imito y me siento a su lado – No sabía que ibas a venir – dice el mirándome intensamente – No quería, pero ya oíste a Lore, casi me obligó – digo y ambos nos reímos – Me da gusto que te haya obligado a venir, así puedo verte – dice él y hace que mi pec