********** —¿Te complace la situación de Claude? —preguntó, asumiendo que ella estaría molesta. Los ojos de Anneli brillaron de alegría. Ver a su ex prometido en apuros le produjo una alegría innegable. Se presentó el último artículo: un juego de pulseras de diamantes. El atractivo fue inmediato, eclipsando en deseabilidad a los artículos anteriores. Postores adinerados se prepararon para competir por él, posiblemente como un regalo lujoso. Marceau, sin dudarlo, levantó el remo. "Dos mil millones". Su candidatura dejó en silencio a la multitud. "¿Qué demonios? ¿Dos mil millones de una sola vez? ¿Acaso dejó espacio para que otros hicieran ofertas?", susurró alguien. "¿Quién es ese hombre? ¡El que está al lado de Anneli!". —¡No tengo ni idea! Pero qué derroche

