El Alfa Que Me Reclamó Como SuyaUpdated at Oct 19, 2025, 20:14
Es un caso de identidad equivocada, pero en ese momento, no me importó.
Necesitaba un hombre.
Alguien que borrara de mi piel el asqueroso rastro de mi ex mate. Después de su brutal rechazo, anhelaba unos brazos fuertes que me mantuvieran en pie, que calmaran el dolor de mi corazón sangrante.
Aquella noche, nunca imaginé que el hombre que me quitó el dolor sería el mejor amigo de mi ex mate, el futuro Alfa de nuestra manada.
El mujeriego despiadado del que todos susurran.
Debí haberlo rechazado. Debí haberlo detenido.
Pero ni loca. Su toque se sentía como salvación. Su boca sobre la mía quemaba cada rastro del pasado. Sus manos me reclamaban, su cuerpo me sujetaba, y en el momento en que me llenó, el mundo por fin volvió a sentirse correcto.
Hasta que dejó de serlo.
Semanas después, descubrí que estaba embarazada. El pánico me devoró entera. Huí lo más lejos posible del Alfa sin corazón que jamás aceptaría a una omega como su Luna.
Pasaron cinco largos años. Cinco años escondiéndome con mis cachorros.
Y entonces, él me encontró.
Antes de que pudiera huir, me empujó contra la pared, encerrándome entre su cuerpo y la superficie fría. Sus ojos azules se clavaron en los míos, ardiendo con algo feroz. Su aliento cálido rozó mis labios, y solté un jadeo.
“¿De verdad pensaste que podías escapar de mí?”, murmuró, con una sonrisa pecaminosa curvándose en su boca.
Mi pulso retumbó. Estaba atrapada.
Y esta vez… no sé si siquiera quiero escapar.