Hijo de la locura

64. AGUAS AGITADAS

Con un aire tan frío como el invierno, ingresé al campus buscando a mis maestros para saber qué debía hacer con tal de adelantar los estudios alegando un problema familiar que me obligaría a ausentarme antes de tiempo, por suerte todos me tenían en estima y más al demostrarles mi dedicación desde que el día uno, así que a lo largo de la mañana debí llenarme con cientos de copias, material de estudio y reorganicé mis clases de tal forma que pudiese comprobar a cada uno que podía con el restante. Sin embargo, y como era de esperarse, los mensajes y llamadas de Tiff se hicieron interminables, pero mi familia estaba por encima de ella y nada me distraería por ahora.

—¡Travis! —Akshay se acercó apresurado junto a Jeremy al encontrarme en la biblioteca—. Te estábamos buscando, el maestro Rees quiere hablar contigo.

—¿Sobre qué?

—No sabemos, pero parecía importante —me ofuscaban las interrupciones, pero debía atender esto cuanto antes.

—Trav —me detuvo Jeremy antes de abandonarlos—, Rees nos dijo lo que estás haciendo, si necesitas ayuda sabes que cuentas conmigo.

—¿Y yo qué? ¿No existo? —se quejó Akshay en broma.

—Les agradezco, pero esto es personal y no tengo tiempo para juegos.

—Trav —ahora entiendo por qué mi padre detesta que le hagan esto…—, si Akshay y yo te ofrecemos nuestra ayuda, es porque te consideramos un amigo y tenemos cómo ayudarte.

—Explícate.

—Quizás a ti no te guste usar los contactos, pero a mí sí, y Wilson y yo estuvimos hablando con algunos de la junta directiva para que te dieran el permiso de salida.

—¿Cómo?

—Los detalles serán después, lo único que importa ahora es que deberás estar presente esta semana en las tres jornadas de estudio siendo en la mañana las prácticas y las otras dos teóricas.

—¿Es un chiste? Porque de ser así pueden hacer de cuenta que no existo en sus vidas.

—Hablamos en serio —afirmó Jeremy certero, pero algo me sonaba mal en esto y mi desconfianza brotó por los poros—. Relájate, es solo que Rees nos contó un poco de lo ocurrido con tu prima, no nos dio detalles, pero quisimos apoyarte considerando cómo estuviste estos días y por eso hablamos con la junta directiva.

—¿Por qué? A penas salimos a fiestas y no somos cercanos.

—Quizás tú no lo veas así, pero nosotros sí vemos la clase de hombre que eres y lo que viviste no fue fácil, tu preocupación y el esfuerzo hablan mucho.

—Cierto —intervino Akshay—. Solo acepta esta ayuda, sabemos que la carga es grande, pero…

—¡No! Haré lo que sea necesario si me permitirá salir antes, solo no sé cómo pagarles este favor.

—¿Qué te parece si lo hablamos después de las fiestas? Necesitaremos tu ayuda en algo que solo tú puedes conseguir.

—Mejor digan el precio ya o no aceptaré —amenacé firme inquietándolos, pero sabían cómo era yo para ciertos asuntos.

—Es Camille, sabes que ella tiene una posición importante en la facultad y no ha querido acceder a una petición, pero contigo parece tener una atracción.

—No me acostaré con ella, Wilson, les recuerdo que estoy con Tiff y no soy esa clase de hombre.

—De ser tan fácil, Jeremy y yo no estaríamos haciendo todo esto, pero necesitamos que te acerques a ella como amigo, influénciala para que ceda a algunas peticiones —no los conozco del todo, pero sé que Akshay tiene sus buenos guardados.

—Déjenme hablar primero con Rees y les daré una respuesta después —salí de inmediato ignorándolos por completo.

Algo no me gustaba de esta situación, pero necesitaba que Rees me aclarase por qué les habló sobre Rag y qué planea en todo esto.

—¿Profesor?

—Travis, pasa, siéntate.

—Singh y Wilson dijeron que necesitaba hablar conmigo.

—Así es, y espero que también te hayan dicho sobre tu nuevo horario.

—Algo comentaron al respecto, pero me interesaba venir primero.

—Trav…

—Profesor —interrumpí intentando controlar mi disgusto—, antes que nada, quiero saber por qué violó la confidencialidad médico-paciente revelándoles lo ocurrido con mi prima, no tenía derecho.

—Lo sé y justo por eso te pedí venir. Ellos escucharon cuando hablaba con el oficial encargado del caso, me informó que tu padre estaba libre de cargos y necesitaría una copia del expediente de ella, pero al parecer tienes buenos amigos que se preocupan por ti.

—No le entiendo.

—Interrumpieron la conversación para averiguar más de lo ocurrido, así que debí explicarles lo que escucharon, aunque no saben sobre el veneno.

—Pero sí de la violación —asintió avergonzado—. Quizás pida un imposible, pero no quiero que mi familia sea parte del cotilleo en los pasillos y menos ese evento o seré yo quien tome cartas en el asunto.

—Tranquilízate, yo tampoco quiero eso, no sería conveniente —no sé por qué, pero algo me decía que ese comentario se relacionaba con mi padre. No hay pruebas, pero tampoco dudas—. Travis, la idea es que esta semana te enfoques en tu nuevo horario al ser tres semanas de estudios las que cubrirás en una.

—Lo sé, pero… —levantó su mano silenciándome.

—¿Ellos te explicaron la situación con Camille Schwarz?

—No del todo, solo que necesitaban que la persuadiera con algo, pero ¿cómo…?

—Sabes que no tengo tanta influencia en la universidad como lo tienen ustedes cuatro al ser hijos de familias poderosas en Gran Bretaña, pero sí tengo buenos contactos que pueden ayudarte en tus prácticas y aunque sé que tu padre podría darte un mejor impulso, también sé que tu orgullo no lo aceptará.

—¿Qué gana usted? Porque no me negará que este plan estaba armado, así que quitémonos las máscaras, profesor.

—Tengo mis propios intereses al igual que tus amigos y tú, pero en mi caso, los Schwarz representan el obstáculo en mi camino, Camille es el de tus amigos y tú podrías ser la solución —me extendió unos documentos que detallaban a profundidad la situación con los tres—. Sé que comprendes la gravedad de esto, por eso estoy dispuesto a alterar el expediente de tu prima, borrar el archivo del sistema y entregarte el original si así lo deseas, y sabes el riesgo que corro al hacerlo —asentí sin dejar de leer.

Aunque en teoría nada se relacionaba con mi familia ni nos afectaría a futuro, él tenía un punto a favor sobre mi ego, pero quizás Rees no midió con tanto detalle esa misma cuestión y es que soy un Oz, y si algo aprendí de mi padre e incluso de Rag, es que debes sacarle el mayor provecho a los que te buscan, pues aun si no tienes planes a corto plazo pueden ser fichas invaluables a futuro, así como Xun sería uno para mi amada Phae.

—Comprendo la situación que los aqueja, profesor, pero no sé si pueda conseguir lo que me piden.

—Sabemos que puedes, Camille está interesada en ti y más en tu padre al creer que conseguirá el apoyo que requiere. Solo debes hacerte un amigo cercano, ayudarnos en lo que haga falta y obtendrás tu salida en una semana —en eso tocaron la puerta siendo el par de “amigos” los que ingresaron.

—¿Hay un veredicto?

—Todavía no, señor Wilson.

Me dirigí a la ventana pensando bien la situación al no saber qué podía conseguir a futuro con ellos, y si bien Rees sería un gran apoyo para mi carrera, los otros dos no aportaban nada.

—Travis, no es mucho lo que te pedimos y no saldrás afectado en nada, de eso puedes estar seguro —respiré profundo pensando en mi padre y Rag y vislumbré mi reflejo detallando una sombra en la mitad de mi rostro.

—Quiero un puesto fijo para mi residencia dentro de dos años, también una vacante para las especializaciones, porque serán dos, y…

—No podemos darte una beca, eso involucra a más personas y lo sabes.

—Solo requiero de una vacante para asegurar mi entrada, yo tengo cómo conseguir la beca, profesor Rees, no me subestime —su expresión cambió en cuanto me giré dándoles un adusto semblante.

—Esa mirada… Si no te conociera, diría que estoy viendo a tu padre —no pude evitar ladear una orgullosa sonrisa ante la comparación.

—Gracias por el halago.

—Está bien, tendrás nuestro apoyo para las vacantes y la residencia —los otros dos asintieron sin inconveniente—. Y ya que quedó esto acordado…

—¿Quién dijo que había terminado?

—¿Qué más quieres? Lo que pides no es cualquier cosa —alegó Akshay y más por mi cambio de actitud al nunca mostrarme así, pero la imagen de cierta avecilla etérea rondó perversa en mi cabeza.

—Cada uno me deberá un favor que cobraré a futuro y no se negarán o habrá terribles consecuencias.

—¿Qué clase de favor?

—Uno equivalente a lo que me piden, ni más ni menos, pero en su momento lo sabrán y si están de acuerdo con estas peticiones, adicional a lo que ofrecieron, entonces tenemos un trato.

—Estás pidiendo demasiado —corté la distancia con Jeremy quien parecía el más estresado.

—Si reevalúas los hechos, las dificultades y las ganancias que obtendrán gracias a mí, sabrás que no es demasiado. Y yo no pido nada, Wilson, ustedes acudieron a mí creyendo que podían aprovecharse de una situación que no le concierne a ninguno, pero tranquilos, dejaré que debatan y en la noche pueden llevarme una cerveza y una pizza a la habitación, así sabré que aceptaron mis condiciones.

Salí con el ego por los cielos dándoles una última mirada inquisidora a cada uno antes de cerrar la puerta, aunque no fue sino hasta ese instante en que me pregunté si mi actitud y oferta había sido la más adecuada, pero los dados estaban echados y solo restaba esperar.

(…)

8:25 p. m.

Estaba absorto en mis trabajos, cuando de pronto ingresó Akshay con una cara de pocos amigos sentándose junto a mí.

—¿Desistieron? —pregunté sin mucho interés, él señaló la puerta y Jeremy ingresó con una enorme pizza y dos six packs de cerveza.

—Esperamos que hagas excelente tu parte, porque la pizza tiene borde de queso y extra de todo.

—Yo siempre trato bien a mis amigos, Jeremy, y así espero que me traten —la maldad surgió al brindar por nuestra nueva alianza.

Parece que sí soy un Oz después de todo.