- Espera ... - Susurro contra sus labios. - ¿Qué pasa? - Pregunta besando mi cuello. - Me gustas, de verdad lo haces pero no creo estar lista para ir más allá de esto. - Él levanta la cabeza y entrecerrando los ojos me observa. - ¿Eres virgen? - Pregunta. Yo sonrojo. ¿Cómo se le ocurre preguntar algo así? ... - Entonces ... - Niego. - No lo soy. - Veo como tuerce la mandíbula. No creo que se haya enojado por eso ¿o sí? - ¿Te molesta? - Un poco ... - Rodeo su cuello con mis brazos. - No deberías ... - Lo sé, pero aún así me molestas. - Se separa de mí y sacándome una de sus piernas de encima se sienta a mi lado. - Quiero preguntarte algo pero estoy seguro de que te molestará. Frunzo el ceño y yo enderezo sentándome con las piernas cruzadas en la cama. - Pregunta. - Digo sinceram