Él se atraganta con un pedazo de tortita y comienza un toser. Me acerco y le palmeo la espalda. - Estoy bien ... - Asegura. Vuelvo a sentarme en mi lugar y espero pacientemente a que me conteste. Él me mira ... me mira y niega. - No ... No sé de qué hablas ... no escondo nada. - No entiendo porque lo niega si es algo obvio. - Sabes exactamente de lo que hablo .... entonces, ¿me lo dirás o no? Suspira y apoya los cubiertos en el plato. - No tengo nada que decirte. - Me mira serio y vuelve a comer tranquilamente su desayuno. - De acuerdo. - Ja, está loco si piensa que esto se va a quedar así ... pero por ahora lo voy a dejar pasar. - Bien ... te informo que después de desayunar tengo una reunión importante en la ciudad así que estarás sola la mayor parte del día. - Su completa