Capítulo 3; La farsante

1213 Palabras
Claramente no esperaba una reunión de bienvenida, de hecho quería estar sola para poder averiguar cómo encontrar a Maya y pedirle que volviera, que yo no podría con eso. Confesarle que su esposo me besó pero que no fui capaz de corresponderle. Que no funcionaria y que todos se darían cuenta de que no era ella. Pero Caleb no me dejó sola ni un momento. Me pidió que le contara como era Nepal, que como fue mi experiencia en el retiro y que posiblemente, si yo quería, iríamos para que no solo él lo conociera, sino Alison también. Ella se mostró muy fascinada con la idea y aunque en otro momento yo actuaría igual, ahora no puedo. —Estoy cansada, Caleb. ¿Puedo irme a recostar? –pido y ambos dejan de hablar. Su mirada me observa con sorpresa, pero su ceño fruncido me indica que algo no le parece bien. No quiero hacerlo enojar, no sé como vaya a reaccionar. —Esta bien, ve. ¿Quieres que te acompañe? —No es necesario, seguro tienes mucho trabajo y yo no quiero interrumpir más. —Pero no me interrumpes linda, yo sería capaz de... —Dije que no, Caleb. Gracias. Me levanto de la silla y entro a la casa, las escaleras hasta la habitación de mi hermana se vuelven interminables, mis ojos se nublan con el llanto y cuando llego lo primero que hago es ir al baño y vomitar. Voy a morir, algo va a darme estando aquí, no soy fuerte como todo el mundo piensa, no podré hacer esto. Siento una mano tomar mi cabello y quitarlo de mi cara. Lloro en la taza mientras me lamento mucho lo que esta pasando. Solo quiero morir que seguir fingiendo esto. —Tranquila Mía, todo va a estar bien. –murmura y yo me levanto de golpe mirándola con fijeza. Alison me entrega un pañuelo y un poco de agua mientras me sonríe de manera tierna. Yo aún no puedo asimilar como me ha llamado ni por que lo ha hecho. —¿Có... Cómo me llamó? —Cariño puede que Caleb sea un idiota enamorado pero yo no. No soy tonta y tú eres mala actriz, quizás él no es capaz de reconocerlas a menos de que le muestres esto. –señala mi dedo anular con el anillo que le pertenecía a ella. »Pero yo sería capaz de distinguirlas con los ojos cerrados. Tu alma es tan pura Mía, que incluso puedo ver en tus ojos el mal que ella te está haciendo al ponerte en esta situación. —Alison perdóname, por favor perdóname. —Sé y podría jurar que esto no es tu culpa Mía, conozco muy bien a Maya y sé hasta donde es capaz de llegar su maldad. —Ella desapareció cuando yo dormía, se llevó mis cosas, mi identificación, todo. Dejó de funcionar su teléfono, solo me dejó el anillo y una nota. Alison tienes que ayudarme. Yo no puedo fingir ser Maya. »No conozco a nadie, no sé nada de nadie. Ni siquiera de Caleb, solo lo que ella me dijo. —Quiero creer que nada bueno salió de sus labios y no la culpo. Desde que llegó todo fue un caos Mia. Estoy segura que ella te lo dijo pero, no como realmente era. —¿A qué te refieres? —Esto no lo sabe Caleb y por favor, no quiero que vayas a decírselo. Maya a unos días de haber llegado aquí, tenía comportamientos extraños, era grosera, me gritaba todo el tiempo y... Era mala con mi hijo. »Él siempre quiso justificarla diciendo que era por la situación en la que se casaron, que tenía que adaptarse pero cada día empeoraba más. Luego solo dejó de hablar, de comer. Cuando me acercaba para preguntar si necesitaba algo ella solo me gritaba. »Un día la encontré en el jardín, estaba nerviosa pero no le tomé mucha importancia, no hasta que en su cuello había una mancha carmesí, mi hijo no pudo habersela hecho, él sabe las consecuencias de hacer eso. »Maya estaba viéndose con alguien Mia, pero exactamente no sé con quien y casi puedo asegurarte sin miedo a equivocarme, que ella ya tenía planeado esto y solo te utilizó. —Ella me dijo que Caleb era malo con ella,? ¡que la golpeaba! A mi me costaba creerlo por que conmigo siempre fueron buenos y... Fui una tonta. No debí creerle. »Debo hablar con Caleb, Alison, no puedo seguir fingiendo que soy Maya. ¿Sabes lo difícil que fue que me besara en el aeropuerto? »Caleb siempre ha sido bueno conmigo y es el esposo de mi hermana, se sintió tan incorrecto que lo hiciera por que me sentí una traidora. —Pero no eres una traidora, Mía. No vuelvas a decir eso, la única que traicionó a todos fue Maya no tú. —¿Me ayudarías a contarle a Caleb la situación? Alison agacha la mirada y la escucho sollozar. Toma mi mano y la lleva hasta sus labios. Me asusta su silencio, me angustia su llanto por que me duele verla así. —Mi hijo va a morir apenas lo sepa, Mia. Su...su corazón no podrá resistir que Maya lo haya abandonado. No quiero perder a mi hijo, es lo único que me queda. —No puedo engañarlo Alison. Él no merece esto. —Mía por favor, no puedo romper así a mi hijo. ¿Y si muere por mi culpa? ¿Y si me odia por esto? —¿Por que te odiaría? Es ridículo. —Maya, ella se encargó de muchas veces ponerme a mi como la mala del cuento. Sé que esto puede parecerte irreal Mía, pero así es y tengo pruebas de ello. »Yo entiendo que puede ser difícil, que incluso es doloroso para ti pero por algo estas aquí. Nada te costaba irte después de saber lo que hizo Maya, pudiste haberte ido incluso con ella o a algún otro lugar. Pero estas aquí y necesito saber por que. —Yo le hice una promesa sin saber en lo que me estaba metiendo. Le prometí que solucionaría su vida para que fuera feliz. Pero no de esta manera. »Pensaba hablar con Caleb, pedirle que no fuera tan malo con ella, que así nunca lo amaría. Pero mi hermana ya tenía otros planes, ahora veo que no eran los mismos que a mi me contó. —Mía, por favor no le digas nada a Caleb por favor. Te suplico que sigas un poco con esto hasta que... —¿Qué está pasando aquí? –cuestiona Caleb entrando al baño mientras Alison y yo estamos tomadas de las manos y llorando sin poder pararlo–. ¿Nadie va a responder? ¿Qué está pasando aquí, Maya? Dios, perdóname por no encontrar las palabras correctas para decirle a Caleb lo que esta pasando. —Yo, estaba disculpándome con tu madre, como primer paso de arrepentimiento por haber sido mala con ella. Veo su sonrisa crecer un poco pero no demasiado. Se acerca a nosotras y nos abraza a ambas. Deja un beso en mi frente y Alison me agradece con la mirada. Yo solo rezo internamente para que él no descubra que solo soy la farsante en esta casa.
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