Meses después: 9 de noviembre Muchas cosas han pasado desde aquel 15 de julio en el que Vega y yo unimos nuestras vidas en aquella sorpresiva boda que le prepare con la ayuda de su padre. Por una parte, no ha habido más amenazas ni situaciones de riesgo, y es que todos aquellos que representaban un peligro, ahora están pasando sus días en la cárcel. Por otra parte, Cristian se ha ido acostumbrando a nuestra vida ya establecidos de manera permanente en Varenna y ha sido capaz de hacer amigos nuevos. Siempre me alegro cuando lo invitan a un cumpleaños, o como paso en el suyo, la casa se llena de niños de su edad. Definitivamente Vega, Cristian, y yo hemos sido capaces de formar una hermosa familia que ahora comparte un techo propio, uno que pronto contara con la presencia de una pequeñita

