Meses después: 20 de marzo Cuando asesinaron a Raquel, pensé que mi vida se había ido junto con la suya. Me carcomía la culpa, no me sentía capaz ni siquiera de pensar en enamorarme de nuevo. En mi cabeza solo tenía un motivo para estar vivo, y ese motivo se llamaba Cristian. Estaba tan hundido en mi dolor que me aislé de todo y todos, solo quería esconderme e intentar sacar todo ese dolor. Lo que nunca imagine es que la esperanza llegaría hasta mi puerta. Aquel atentado que sufrió Vega cambio toda mi vida, y la de ella también. Nos enamoramos, nos atrevimos y la vida nos sorprendió de maneras infinitas. Creí mi vida terminar, y ahora con Venezia en mis brazos, me doy cuenta de que apenas está comenzando —Es preciosa, ¿no?— Pregunta mi esposa y la miro a los ojos. —Es igualita a ti, so

