Sara se encuentra furiosa luego de que supo que Keisha sirvió al rey en la noche. Fue a verlo muchas veces en la mañana, pero él simplemente le negó la entrada, alegando que volviera más tarde porque estaba ocupado. Hasta las nuevas doncellas tienen más acceso al rey que ella en estos últimos días. Eso la desespera y no lo piensa permitir por más tiempo. —¿Consiguió hacer lo que le pedí? —Pregunta a Dona en cuanto esta se asoma a la puerta. —Tuve que sobornar a una de las sirvientas, ama. No podía hacer nada con el guardia siguiéndome a todas partes. —Eso también me preocupa, Dona. ¿Cree que el general nos haya visto en algo sospechoso? Es raro que nos mande seguir por tanto tiempo. —No hice nada que él pudiera malinterpretar nuestras intenciones, ama. Lo que sea que me haya visto hac