Javier llegó a la empresa y bufó al ver a la docena de periodistas que había en la puerta. —¿Qué pasó ahora? —cuestionó chasqueando la lengua. Revisó su teléfono antes de bajar del auto, pero no había noticias, así que estaba confundido. No sabía si bajar y enfrentarlos, o huir. Optó por la primera opción, era más fácil terminar con ellos pronto en vez de estar todo el día dando vueltas y siendo perseguido por esa gente. Se ajustó la corbata y se acercó a ellos. —¿Qué puede decir de Martina Rossi? ¿Hace cuánto que están saliendo? ¿Ya es oficial? —preguntaban. Javier suspiró y se rascó la ceja. Debería haber hablado con Martina sobre hasta qué punto ella quería hacer público lo que tenían, si es que no le molestaba que lo relacionaran con él. Y por otro lado, ¿tan rápido se prop