Miré a todos sonriente mientras continuaba desayunando mi cereal. Por obvias razones Dominic no pudo estar con nosotros, por lo que solo nos encontrábamos Dimitrí, Zafir, Fredrick y yo. Dimitrí seguía contando todo lo que vio ayer como si fuera un niño emocionado, por lo que todos decidimos por quedarnos callados y disfrutar de sus historias. Miré al suelo y fue cuando algo me cayó en cuenta. - Tenemos que regresar a la casa – Zafir me miró y frunció el ceño ante tanta espontaneidad. - ¿No les gusta estar aquí? – Abrí mis ojos al notar que soné muy agresiva, por lo que negué. - Claro que nos gusta Zafir – Le sonreí – Es solo que necesito ver a mis hijos y estar con ellos. - Melissa, no sabemos quien o quienes quieren hacernos daño, por lo que te rec