Lucifer me miraba con curiosidad, pero lo cierto era que yo también estaba preocupada, no sabía que responderle a mi padre, tampoco sabía que quería Lucifer que le dijera.
— Oh, pequeñito... ¿Quién sería el malvado que te abandonó? — me miró. — ¿Dónde lo encontraste? — me preguntó preocupado.
— Yo... yo... — titubee nerviosa.
— Ella no lo encontró, tampoco fue abandonado, somos sus padres. — dijo Lucifer con el ceño fruncido, mi padre se giró con un gesto sorprendido, sus ojos se encontraban totalmente abiertos, miró a Belial y luego a Lucifer.
— Será tuyo, porque mi niña no tendrá hijos hasta que se gradue. — respondió en un tono molesto y un gesto despectivo. Lucifer puso un gesto serio y lo miro con indiferencia.
— Papá... — llame su atención con precaución, él me miró con un ge
