No sabía como le había ido a Lucifer en su cita con la muerte, tampoco me lo contó, pero al despertar él ya no estaba en la habitación. Me metí al cuarto de baño para darme una ducha larga y relajada. Encontré entre mis prendas un hermoso vestido de color azul rey, me lo puse junto con uno tacones de punta, del mismo color, peine mi cabello en un rodete hacía atrás. Sabía que hoy liberarían a Bael, pero no haberlo visto en dos días me había hecho sentir realmente mal, sabía que yo era en gran parte culpable de que estuviera ahora en un calabozo. Camine por los pasillos del castillo en busca de la entrada a los calabozos, más tarde que temprano la encontré, allí habían varios demonios a cargo, muchos al verme se quedaron boquiabiertos pero no dijeron una sola palabra, camine un poco más p