Unas horas antes de la llegada de Irene. Isabella, junto con sus padres, estaban reunidos en el despacho de Benjamin, después del berrinche de Cassandra, el ambiente a su alrededor parecía denso, pero a Isabella no le importaba, o mejor dicho, no podía preocuparse por eso en este momento. —Si estudian bien todos estos artículos, se darán cuenta de que todos tienen algo en común —explicó, usando la enorme pantalla de televisión del despacho de su padre como tablero. Sus padres la escuchaban atentamente, con los ojos recorriendo los artículos que su hija había mostrado brevemente antes de continuar. —El hecho de que todos están redactados para sonar como una especie de nota de incitación, esto, esto y hasta ese otro terminan con un tono que parece esperar que papá haga algo. —No, Isabel

