Tú sí sabes quererme

CAPÍTULO 52: A donde sea pero juntos

Tú si sabes quererme©

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Izel

-Madrid-

Aquí estamos de nuevo, él y yo juntos en una misma habitación, abrazados en la cama, en plena obscuridad, escuchando el ruido del tráfico en la calle. No sabemos que hora eso, solo que hemos hecho el amor tantas veces que estamos rendidos y que no pensamos ponernos de pie de esta cama jamás, ya que no queremos regresar a nuestra dura realidad.

Enrique se mueve un poco, y después abre los ojos debido a que siente mi mirada viéndole a él. ⎯¿Qué pasa?

⎯Nada, simplemente me gusta verte. Siento que esto es un sueño y que tú eres irreal.

Él, toma mi rostro y lo acaricia con cariño ⎯ no lo soy, soy real, estoy aquí contigo, mi mexicana hermosa ⎯ murmura.

Nos damos otro beso que nos sabe a gloria, no importa si nos hemos besado mil veces ya el día de hoy. Luego, él se separa de mí suspira y voltea su mirada hacia el techo. Las luces de las farolas de afuera lo alumbran tenuemente, mientras las sombras de los autos se reflejan, dándonos un espectáculo.

⎯Amor ⎯ murmura.

⎯Dime ⎯ contesto, acomodándome sobre su pecho.

⎯Tengo algo importante que decirte, algo que debes saber ⎯ habla con insistencia.

Así, me levanto un poco, ayudándome de uno de mis brazos y lo veo al rostro ⎯ ¿qué pasa?

Enrique suspira, y después, él se sienta sobre la cama recargándose sobre la pared, ya que no tengo respaldo. ⎯ Carolina, ella, está enferma ⎯ habla. Y al escuchar el tono sé que debe ser algo bastante severo.

⎯¿Cómo? ⎯ inquiero.

Enrique voltea a verme ⎯ mi madre me casó con Carolina sabiendo que está enferma. El día de nuestra boda le encontraron lo que al parecer es un cáncer en el estómago ⎯ confiesa.

Me quedo en silencio, porque sé que si me lo está diciendo es por algo que nos arruinará a los dos. ⎯¿Tu madre te casó con alguien que está enfermo?, ¿por qué?, ¿cómo se atreve?, ¿a poco los padres de ella se lo permitieron?

⎯Sus padres y mi madre estuvieron de acuerdo y mi madre lo hizo por la única razón que hace todo, arruinar mi vida. ⎯ Enrique voltea a verme ⎯ Izel, eso quiere decir que el plan que tenía contigo, no es posible.

⎯No ⎯ murmuro, y en un impulso me pongo de pie para comenzar a vestirme ⎯ no, esto no.

⎯Escúchame.

⎯¡Te estoy escuchando Enrique! ⎯ exclamo ⎯ lo estoy haciendo, si no lo hiciera no estuviera aquí, ¿sabes?, pero ahora me pregunto, ¿plan?, ¿qué plan?, ¡ni siquiera me lo haz comunicado!

Al terminar de vestirme, salgo fuera de la habitación con un dolor en el alma, más que una rabia por todo lo que nos está sucediendo, todo lo que esa señora ha arruinado con solo mover una mano, solo porque tiene poder.

⎯Izel ⎯ escucho la voz de Enrique ⎯ escúchame.

Me volteo ⎯¿qué quieres decirme?, que el plan no se puede hacer y ahora, estamos en ceros de nuevo ⎯expreso molesta.

Enrique me ve a los ojos, y puedo ver las lágrimas en sus ojos ⎯ Yo te amo, te amo tanto que hice todo para tenerte cerca, para estar contigo. Pero, el plan que hice se ha ido a la mierda. Pensé que esperar a que mi padre muriese para irnos de aquí, ya no tiene sentido ⎯ comenta.

Me acerco a él y lo tomo de las manos ⎯ puedo ser tu amante.

⎯No Izel, no ⎯ niega, ⎯ tu papel no es de ninguna amante, no te rebajes a eso. Enrique me abraza, lo hace fuerte, como si no quisiera que me fuese y yo, tampoco quiero que se vaya. ⎯ Te estoy haciendo daño, Izel ⎯ murmura.

⎯No.

⎯Desde que entré a tu vida solo te he hecho daño, solo hay pesar, malas decisiones y te he herido.

⎯No, Enrique ⎯ hablo, separándome de él para verle a los ojos ⎯ no te atrevas a decirme que es mejor separarnos. Escapémonos ⎯ murmuro ⎯ vámonos, sin avisar.

⎯¿Cómo?

⎯Vámonos de aquí, inesperadamente, a otro lugar que no sea México, que no sea conocido. Tú no le debes nada a nadie Enrique, ni siquiera a tu mujer ⎯ hablo, y sé que lo hago desde el egoísmo puro, desde la indiferencia, desde el egocentrismo de tenerlo para mí, pero no me importa, era mío y me lo robaron.

⎯Izel, cariño… ya lo intentamos una vez y, mira lo que sucedió.

⎯Pero esta vez no lo sabrá nadie, ni tu familia, ni Thalia y Salvador, nadie. Escoge un día y vámonos de aquí ⎯ hablo entre lágrimas ⎯ vámonos lejos Enrique, donde nadie nos conozca y podamos vivir juntos y en paz.

Enrique sonríe y puedo ver como las lágrimas corren por sus mejillas ⎯pero, ¿tu sueño?

⎯Los sueños contigo son mejores ⎯ recito ⎯ escápate conmigo, pongamos una fecha y un lugar y nos vamos de aquí, ¿te parece?

Enrique me ve directo a los ojos y sé que tiene miedo de que algo pase pero, ¿qué más nos puede pasar?, su madre no sabe que yo estoy aquí y si nadie sabe nada, podremos esta vez, salirnos con la nuestra.

⎯En dos meses puedo regresar a Madrid ⎯ habla, y su frase me ilusiona por completo ⎯ esa sería nuestra única oportunidad.

Lo tomo de la mano ⎯ hagámoslo entonces, en dos meses nos vamos de Madrid. Nos vemos en el aeropuerto, y compramos el boleto del avión que esté a punto de salir lejos de aquí. Nos vamos sin que nadie lo sepa, a dónde sea pero… juntos.

⎯Juntos ⎯ murmura, y me da un beso sobre los labios ⎯ juntos.