Tú sí sabes quererme

CAPÍTULO 39: El regreso

Salvador

-Días después-

Hace un mes atrás nuestras vidas cambiaron por completo y, digo nuestras porque lo que pasó en ese aeropuerto nos llegó a todos de diferente manera, haciendo que nos separásemos y a otros que nos uniésemos más, hoy trataré de que el juego cambie un poco, o al menos eso espero.

Después de que Enrique se fuera con sus padres y se separara de Izel, Thalia y yo hemos estado terminando la escuela y pasando los días recordando el suceso. Sabíamos que los padres de Enrique eran crueles y que tomaban medidas bastante duras pero, jamás pensamos que llegarían a ese grado. No solo separarlos, si no llevarse a Enrique por la fuerza a Euskadi y aislarlo del mundo.

En verdad pensamos que Enrique sucumbiría y que la noticia llegaría meses después sin embargo, me tomó por sorpresa recibir una llamada desde la oficina de su padre, dándome la noticia de que ahora él está a la cabeza de todo, y la indicación de que buscara a Itzel, me cerciorara de que estuviera bien y sobre todo de que la protegiera; y eso hice.

Ahora, la espero a la salida del aeropuerto, arreglando mi abrigo y viendo constantemente mi reloj de pulsera. Espero que los abogados le hayan comunicado todo y que ella haya aceptado el trabajo, uno que Thalia y yo armamos de la noche a la mañana para traerla hasta acá, para que no solo pueda estar más cerca de Enrique sino que su sueño se haga realidad.

Las puertas de la entrada del aeropuerto se vuelven a abrir y la figura de Izel sale de ellas. Casi no la reconozco y no puedo creer lo mucho que ha cambiado en tan poco tiempo. Su rostro casi de niña ahora es de mujer, su ropa ha dejado de ser tan colorida como siempre e incluso siento un aire diferente en su personalidad, de madurez mezclada con nostalgia.

⏤¡Salva!⏤ expresa emocionada al verme, y va hacia mi para abrazarme.

No soy una persona de muchos abrazos pero juro que me da gusto verla bien, entera y sonriente. Ambos nos quedamos por un momento así y, recuerdo la bofetada que el padre de Enrique le dio y la nostalgia me llega. Ella se veía tan feliz, tal contenta y de un golpe la regresaron a la realidad; aún así es valiente para regresar a intentarlo de nuevo.

⏤¿Estás bien? ⏤ le pregunto.

Ella se separa de mí y me sonríe⏤ si, lo estoy, gracias por venir por mí.

⏤No hay de que, ¿nos vamos?, debes venir muy cansada.

Izel asiente con la cabeza y tomo su maleta para ir hacia el auto. Tan solo subimos, ella suspira ⏤Es raro regresar después de que pensé que nunca lo haría, que para este momento estaríamos muy lejos de aquí.

Sonrío ⏤ dicen que por algo pasan las cosas⏤ respondo, tratando de darle ánimos.

Arranco el auto y ambos salimos hacia la autopista que, pronto, nos llevará hacia la ciudad y después al hotel donde se hospedará. Izel va frotándose las manos por el frío y arreglándose el ligero suéter que se ha puesto para este día

⏤Nunca imaginé que hiciera tanto frío.

⏤Sí, creo que tendrás que comprar nueva ropa, si no te enfriarás⏤ respondo.

Ella asiente, para después voltear hacia la ventana y seguir viendo el paisaje. El silencio se hace entre los dos y tengo la sensación de que ambos estamos esperando a que lleguemos a un lugar seguro, para hablar, o al menos uno más cómodo. Por lo que comienzo a hacer platica sana, sobre el clima, el tráfico y lo cansada que podría estar después de tantas horas de viaje.

Finalmente, ambos llegamos al hotel donde se va a quedar y tan solo Izel lo ve, regresa su mirada sorprendida hacia mí y niega con la cabeza.

⏤¿Qué es esto? ⏤ inquiere.

⏤Es el hotel donde te quedarás, no te preocupes, va por mi cuenta⏤ le explico con una sonrisa.

⏤No Salva, no… como crees, yo…

⏤Izel, te lo pido, solo acéptalo, necesitas descansar y hay mucho que platicar, vamos.

Alguien del personal abre la puerta y le ayuda a bajar del auto para enseguida tomar su maleta. Izel le sonríe, se arregla el suéter y luego me espera para que juntos entremos al lobby donde se encuentra la recepción. Yo voy hacia allá, tomo la tarjeta que ya está lista y, con un ademán de la mano, le pido que me siga hacia el elevador; ella tímidamente lo hace.

⏤Muchas gracias, Salvador⏤ me dice al entrar al elevador⏤ no sé como te pagaré todo esto.

Le cierro el ojo⏤ los mejores amigos se hacen favores desinteresados, créeme que es un placer para mi.

Cuando las puertas se abren, salimos hacia el pasillo y me dirijo hacia la penúltima puerta ⏤ espero que estés cómoda, será tu casa por el tiempo que lo desees⏤ le comento. Paso la tarjeta por el cerrojo y de inmediato la habitación se abre dejando ver el amplio espacio de la sala y el recibidor.⏤Bienvenida.

⏤¡Qué!⏤ expresa, y luego veo como tira la bolsa de mano sobre el suelo⏤no, ¿qué?, no, no, no Salvador, mira… yo.

La tomo de las manos y la veo a los ojos ⏤ no me digas que no, te lo pido. Todo esto ya está acordado y dicho, te quedarás aquí y luego cuando te puedas pagar la renta de un piso, lo harás. Por lo mientras, quiero que te sientas a gusto y cómoda aquí el tiempo que desees, ¿vale?

Izel me abraza⏤ gracias Salvador, muchas gracias.

⏤De nada, eres mi amiga y te quiero.

Al pronunciar esas palabras me separo de ella y camino hacia el interior de la habitación. Comienzo a abrir las cortinas, la puerta de su cuarto y le pongo la calefacción para comenzar a calentar el lugar. Izel va hacia la sala y ve el ramo de flores que hay sobre la mesa.

⏤Son para ti, de bienvenida.

Ella toca los pétalos de las rosas y luego toma el sobre blanco con su nombre, ese que yace sobre la mesa. Al ver de quién es sonríe y lo vuelve a dejar donde estaba, supongo que lo leerá más al rato.

⏤¿Cómo está Enrique? ⏤ me pregunta.

Suspiro⏤ triste, esperando noticias tuyas. Su madre lo está obligando a casar con otra mujer y se está preparando la fiesta, no pasa de este mes antes de que lo haga.

⏤Ya veo⏤ murmura.

⏤Thalía y yo, hemos hecho todo para que empieces a trabajar tu marca y lances tu primera colección en unos meses. Entre Enrique y yo nos hemos puesto de acuerdo para ayudarte en todo lo que necesites, y hacer de “Única Joyería”, una realidad.

Los ojos de Izel se llenan de lágrimas y luego sin poder evitarlo, comienza a llorar sin poder detenerse. Yo voy hacia ella y la abrazo⏤ No, no, estoy bien.

⏤No, no lo estás⏤ le indico⏤ lo que viviste es terrible y no tienes porque guardártelo todo. Thalía y yo lo vimos todo y juro que aún no lo superamos.

⏤Ese día, cuando recibimos tu mensaje ya estábamos en el avión, ¿sabes?, estábamos sentados cuando llegó y… Enrique volteó a mí y me pidió que me fuera, que no me quedara porque iba a ser peor. Yo me aferré a él, lo hice con todas mis fuerzas y estaba decidida a irme, a que juntos enfrentáramos las consecuencias pero… él me rogó que me fuera a México… ¿por qué?, ¡por qué!

⏤Porque él sabe de lo que habla. Porque si sus padres fueron capaces de hacer eso imagínate si te hubieses quedado Izel, podrían haber restringido tu entrada al país, jamás poder volver y ahora, estás aquí de nuevo. Enrique con tenerte de vuelta ya ganó sobre los deseos de sus padres y más porque, a pesar de todo, los sigues amando.

⏤Lo amo con todo mi ser.

⏤Y por eso debes confiar en mí, en él… pero sobre todo en tí.⏤Le hablo y tomo su rostro entre mis manos⏤ hay un plan pero, debes ser paciente, debes saber que no importa lo que pase Enrique te ama, eres el amor de su vida y que lo único que quiere es estar contigo.

⏤¿Qué plan?⏤ pregunta.

⏤Uno que jamás se imaginó la mamá de Enrique, uno que le hará arrepentirse de haberle obligado a todo, uno que te hará mejor persona a ti que a nadie más, una gran mujer. Con mi ayuda, la de Thalia y la de Enrique, te convertiras en la mujer, en la empresaria que naciste para ser, una tan importante que la madre de Enrique jamás podrá vencer. Serás Izel Santacruz, la diseñadora más famosa de España y México, tan importante que nadie te podrá igualar.

⏤Y, ¿cómo haré eso?, sé que tengo el dinero pero…

⏤No lo harás sola, Thalia tiene los contactos, Enrique el dinero y yo lo demás.⏤Le limpio las lágrimas con la huella de mis dedos y le sonrío⏤ tal vez Enrique tenga que hacer algunas cosas porque no le queda de otra pero…

⏤Lo sé. Sé que tiene que casarse y asumir su papel de hijo, lo entiendo.

⏤Pero él te ama, todo los días piensa en tí y… aunque sea un poquito lo verás, solo te pide que seas fuerte… que lo ames sin miedo, eso fue lo que me dijo ayer que hable con él⏤ sonrío⏤ sé que quisieras escucharlo de su voz pero… por ahora es lo que hay.

Izel me abraza ⏤ gracias Salva, no sabes lo mucho que te lo agradezco.

⏤No hay de qué… te quiero, te estimo y te admiro… y juntos recuperaremos a Enrique. No importa si tardamos, lo haremos.

⏤Estoy decidida a eso… ⏤ me dice firme.

La veo al rostro⏤ ahora descansa, que mañana empieza la segunda parte del plan y vas a necesitar todas tus fuerzas, energías y sobre todo, esos diseños que le darán la vuelta al mundo… ¿vale?

⏤Vale…

⏤E Izel, te pido que hagas lo que hagas, pase lo que pase, jamás cambies, no te dejes llevar por lo que digan los demás y confía en nosotros, te queremos, somos tus amigos y siempre estaremos de tu lado.

⏤Te prometo que nada de eso pasará…

Me alejo de ella y saco de mi cartera una tarjeta⏤ mañana llamas a este teléfono, y le pides al chofer que te lleve a la dirección que te darán…

⏤¿Qué es eso?

⏤Una sorpresa de parte de Enrique… Thalia te verá allá. Descansa, pide servicio a la habitación o baja al restaurante, siéntete libre de usar las instalaciones del hotel, todo va por mi cuenta… nos vemos mañana⏤ finalizo y abro la puerta de la habitación.

⏤Salva⏤ pronuncia mi nombre Izel y yo volteo a verla.

⏤Dime.

⏤Gracias, una vez más, gracias.

⏤De nada… todo sea por mis amigos, hasta luego.⏤ Finalizo para salir de ahí y cerrar la puerta.

Así, subo al elevador y saco mi móvil de la bolsa para marcar ese teléfono, momentos después escucho la voz de Enrique y sin más le digo.

⏤Está aquí, ella ha llegado. Está en la habitación que reservaste.

⏤Muchas gracias, amigo. Entonces empieza el plan. ⏤ responde, para después terminar la llamada.