CAPÍTULO 42: Somos nuestros

1281 Palabras
Enrique -Un día antes de la boda - La sonrisa de Izel es brillante, amplia, sincera. Ella corre hacia mí y se lanza hacia mis brazos para darme un abrazo tan fuerte que me regresa el alma al cuerpo. Acaricio su cabello largo y n***o, ese aroma tan rico que ahora trae entre sus ropas y siento su calor lleno de amor. ⎯¡Te extrañé tanto! ⎯ me confiesa, para después soltarse a llorar⎯ te extrañé tanto como no tienes idea. ⎯Yo te extraño más…⎯ respondo y, acomodando sus dedos debajo de su mentón, hago que se levante su rostro para que me vea a los ojos ⎯ Izel, no tenemos mucho tiempo⎯ le comento. ⎯¿Cuánto? ⎯ pregunta. ⎯Una noche, solo esta noche…⎯ le comento. Izel se pone de puntillas y me da un beso sobre los labios. De inmediato mi cuerpo reacciona y mi corazón comienza a latir como loco. Ella se separa de mis labios y me dice ⎯ entonces, esta noche eres mío y de no existe el mundo ni nadie más. ⎯Siempre seré tuyo, esta y todas las noches de mi vida ⎯ la aclaro. Entonces, sin que ambos perdamos el tiempo, ella me toma de la mano y me lleva hacia uno de los sillones que hay en el lugar a un paso tan veloz que me hace sonreír. Cuando llegamos, ella quita mi abrigo y luego el suéter de cuello largo que tengo puesto. ⎯¡Guau!, espera, espera…⎯ le digo entre risas. ⎯No, no hay tiempo y yo te deseo⎯ me dice sin negar nada. Por lo que yo igual, comienzo a desvestirla hasta que nuestras pieles quedan completamente vulnerables al frío qué hace en la habitación. Izel, entre besos y caricias, me lleva al sofá obligándome a sentarme y ella lo hace encima de mí. Entonces, sin más, entro en ella sintiendo este rush de adrenalina y placer corriendo por mi cuerpo. Mis manos se van inmediatamente a su piel, a tocarla y a sentirla. Ella no deja de besarme, moverse con esa sensualidad que me atrapa, de respirar en mi cuello, y acariciar mis brazos, mi pecho, mi rostro. Como si estuviera reconociéndome, grabándose cada músculo, cada poro de mi piel. Todo absolutamente todo. Me hace suyo, solo suyo, marcándome con sus uñas, sus besos, su olor. Poco a poco las temperaturas de nuestro cuerpo llegan al máximo, los gemidos, apagados por besos se hacen más constantes hasta el instante que ambos llegamos al éxtasis y nos regalamos a esta ola de deseo que hemos formado entre nosotros. Yo, había tenido relaciones antes pero, a Izel le hago el amor y ella me lo hace a mí y cuando estamos juntos así es insuperable. Cuando ambos dejamos de tensar nuestros cuerpos y nos relajamos por completo, ella cae sobre mí y recarga su cabeza sobre mi hombro. Nuestros corazones laten rápido y nuestras respiraciones están agitadas pero, mientras estamos abrazados, sintiéndonos uno al otro, nos vamos tranquilizando hasta el grado que volvemos a nuestras respiraciones, latidos y temperaturas normales. ⎯Te extrañaba⎯ murmuro⎯ extrañaba tus besos, tu caricias, tu voz..tu aroma… a ti⎯ le confieso bajito. Izel me abraza con más fuerza, como si fuera una señal de que no me quiere dejar ir, no quiere que me aleje de ella. Siento un poco de humedad en mi hombro, así que me muevo con cuidado para poder ver su rostro y me percato que sus ojos brillan y algunas lágrimas caen por sus mejillas. ⎯Mi amor… ⎯Lo siento, lo siento⎯ me dice, quitándose las lágrimas de las mejillas⎯ solo que me da mucha alegría y sentimiento verte, ¿estás bien?⎯ me pregunta acariciando mi rostro. ⎯Ahora lo estoy…Salvador le dijo a mis padres que saldríamos de despedida de solteros y me trajo acá. Mi madre no tiene ni idea de que estás aquí así que… pero mejor dime, ¿cómo estás tú?, me quedé preocupado por ti. ⎯Estoy bien… muy feliz de verte. Con mis dedos tomo los anillos que traen colgados en la cadena de plata y los beso⎯ yo también tengo el mío⎯ le digo⎯ hoy, lo traje en mi abrigo pero no me dio tiempo de ponérmelo. Entonces, ella se pone de pie y sin dudarlo dos veces va desnuda hacia donde está mi abrigo, y se lo pone encima cubriéndose el cuerpo y regresando hacia mí para acomodarse de nuevo como estaba. Ella mete la mano hacia la bolsa de mi abrigo y saca mi sortija, esa que cuidado como si fuera un tesoro. Izel toma mi mano y la pone en mi dedo para besarla. Yo tomo su mano y también la beso para después entrelazar nuestras manos. ⎯Me encanta como se ve pero, no puedo llevarlo⎯ le murmuro en un tono de tristeza. Me encantaría poder hacerlo… ⎯Sin embargo, mañana llevarás otro⎯ finaliza y con eso viendo de su voz, hace que mi corazón se vuelva muy pequeño. ⎯Izel… ⎯Lo sé, lo entiendo⎯ me dice entre lágrimas⎯ te entiendo, no estoy enojada. ⎯No llores mi amor, no llores⎯ le pido, mientras siento como las lágrimas cae sobre mi rostro⎯ no vine para eso, vine par decirte que te amo con el alma, y que estoy feliz de que estes aquí. Que no importa lo que pase mi corazón es tuyo y de nadie más. El amor de mi vida levanta su rostros, ya que se encuentra viendo mis manos y sus ojos brillantes hacen que me sienta esperanzado⎯ haremos que esto funcione, ¿verdad?, dime que lo haremos. No me importa si tengo que esperar años, solo dime que acabaremos juntos y lejos de aquí para construir nuestra vida juntos. ⎯Te lo juro⎯ hablo, ⎯ te juro Izel, que lo lograremos… solo, déjame que las cosas se arreglen y me divorciaré de Carolina y me casaré contigo en esa boda por la iglesia soñada por ti… nos iremos a vivir lejos de todos y nadie nos encontrará. Izel se muerde los labios y veo de nuevo lágrimas ⎯te creo. ⎯También quiero que me creas esto⎯ le aclaro⎯ mañana, que me case, lo hago sin sentir nada de amor por ella, ni una pizca, porque tú tienes mi corazón… todo es tuyo y siempre lo será⎯ y mientras le digo esto pongo mi mano sobre su pecho a la altura del corazón⎯ también, que todas las noches soñaré contigo, todos los días te pensaré y siempre pero siempre estaré pendiente de ti, y vendré a verte. Izel lo besó sobre los labios⎯ te creo.⎯ Después se recarga sobre mi pecho y ve mi anillo⎯ dame tu anillo, te haré algo para que lo pueda traer puesto siempre, sin que se den cuenta. ⎯Eso me gusta ⎯ le comento y lo quito de mis dedos para dárselo. ⎯¿Cuándo te volvere a ver? ⎯ me pregunta, para luego besarme la mejilla. ⎯Más pronto de lo que crees amor… ⎯ le prometo.⎯Pero, te pido que mientras ese momento llega, me ames porque yo te amaré con locura… ⎯ la tranquilizo. Izel suspira ⎯ estoy aquí por ti Enrique, solo por ti y porque te amo… no me abandones. ⎯No te abandonaré⎯ y le doy un beso sobre el cabello⎯ soy tuyo, y tu eres mía… somos nuestros⎯ recito. Ella se voltea y comienza a besarme de nuevo en los labios encendiendo mi cuerpo⎯ te haré el amor como nunca, para que me lleves en casa poro de tu piel y quieras regresar conmigo por más… porque te amo. ⎯Y yo a ti… amor de mi vida⎯ le digo y una vez más, entre besos, volvemos a amarnos hasta que los rayos del sol salgan de nuevo.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR