Registrada en SAFE CREATIVE
Bajo el código: 2011045801413
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©
Enrique
Salvador me sigue viendo a los ojos, pero como siempre yo trato de ignorarlo, no me gusta cuando viene a interrumpir los comentos bonitos que tengo.
―¿De cuándo acá te conviertes en mi pepe grillo? ― le respondo, tomando las llaves de mi auto y caminando hacia la puerta del conductor.
Salvador me detiene con la mano ― escúchame, sabes que lo que te digo es verdad.
―Y, ¿desde cuándo te interesa lo que me pasa?― pregunto molesto.
―No lo sé, tú dime― contesta y toma la manga de mi camisa y la sube para descubrir mi muñeca ― ¿quieres que te vuelva a encontrar como ese día?, dímelo tío para irme preparando.
―¡Basta!― habló molesto― no me moletes más.
―Sólo estoy tratando de prevenir lo que sabes que pasará. Tú dices que Eira te abandonó pero sabes muy bien que fue lo qué pasó y con Izel sufres el mismo destino, no entiendo porque lo sigues haciendo.
―¿Qué?, ¿enamorarme?
―No, enamorarte de personas como Eira, como Izel. Eira era de piel negra…
―¡Hermosa piel negra!― le reclamo y sólo de acordarme me duele en el alma lo que pasó.
―¡Pero a tus padres no les gusta eso!, ¡qué no entiendes!, ¿por qué no te enamoras de otro tipo de personas?
―Discúlpame Salvador, pero no todos nos podemos enamorar de alguien como Barceló, no tenemos tanta suerte― le reclamo mientras me zafo de su brazo y camino hacia el auto.
―¡Escúchame Enrique!, no comentas el mismo error, no repitas lo de años atrás, por el amor de Dios― me comenta en tono de preocupación y puedo ver en sus ojos reflejado ese hecho.
Por fin logro subirme al auto y antes de cerrar la puerta le digo ― si fueras un buen amigo, deberías estar apoyándome no prohibiéndome que lo haga.
―Te apoyo Enrique, sabes que yo no tengo nada de malo, pero debes entenderme que lo que yo vi no fue fácil, ¡qué no entiendes que me da miedo que algo te pasa!
―No me pasará nada, con Izel será diferente… y ahora, si me permites tengo que regresar a mi piso y ver qué demonios hace mi hermana. Piénsalo bien― hablo y diciendo esas últimas palabras arranco el auto para alejarme de ahí.
Una de las cosas que odio de Salvador es que siempre hace reactivar en mi conciencia recuerdos que yo pensaba enterrados. Ahora con lo que me ha dicho siento que de nuevo estoy viviendo ese momento de infortunio delante de mis padres, cuando la que en ese momento consideraba la mujer de mi vida huyó de mí, porque fue mi culpa, porque no la defendí como debía hacerlo. Sin embargo, con Izel no me pasará igual, juro que si este amor crece cada vez más estoy dispuesto a luchar contra las adversidades, no me importa cuál sea el costo.
Abro la puerta de mi piso y de inmediato veo a mi hermana y a Barceló tomando y fumando en mi sala. Al verme ella se pone de pie y me da un beso sobre la mejilla.
―¡Hermanito!, te extrañé, ¿dónde estabas?― pregunta y yo sólo le sonrío.
―¿Has visto a Salvador?― escucho la voz de Thalia que se encuentra sentada sobre mi sofá, con las piernas encima y fumando un cigarro recién encendido― me dijo que vendría más al rato.
―No, no he visto a Salvador― miento un poco molesto porque lo que menos quiero es que él me siga hasta mi piso y siga con el sermón, sobre todo en frente de mi hermana.
Camino hacia la cocina y saco una cerveza del refrigerador, la abro y tomo un sorbo para quitarme la sed. Mi hermana va hacia la barra y se sienta en uno de los banquillos.
―¿Te molesta que aquí esté Barceló?― me pregunta.
―Me da igual, sólo no hagas mucho ruido que tengo que levantarme temprano para ir a la universidad ― hablo en un tono de esos que usan los hermanos mayores cuando sí están molestos pero no quieren admitirlo.
―¿Ya le dijiste a tu hermano?― escucho la voz de Barceló desde lejos.
―¿Decirme qué? ― pregunto sin estar interesado en verdad.
―¡Barceló me consiguió un trabajo!― habla emocionada mi hermana.
Escupo la cerveza y sin poder evitarlo comienzo a reír ― ¿es en serio?, ¿tú un trabajo?, si no has dado jamás golpe en tu vida― le digo.
―Bueno, así que digas ¡uy señor de los mil trabajos tampoco has sido!― me reclama mi hermana molesta. Voltea a ver a Barceló ― voy a ser modelo.
―¿Modelo?, ¿de qué? ― sigo sin poder creerlo.
―Los de diseño tendrán un desfile pronto, a finales de noviembre y estaban contratando modelos para lucir sus creaciones. Son los del último semestre así que no serán tan feos como otros. Le pagarán a tu hermana porque lleve los diseños y mientras tanto estará conmigo en la agencia― habla Barceló muy segura.
―Pues que bien… felicidades, ahora podrás decirle nuestra madre que pasaste de estudiante modelo en Inglaterra a modelo en Madrid― me burlo.
―¡Burlate!, pero la diseñadora que me contrató es sumamente talentosa y diseña joyas, las que llevaré son en verdad bonitas. Me dijo que tenía cuello de garza, perfecto para lucir ese collar.
Al escuchar eso, no hago más que abrir los ojos sorprendido, porque tengo el presentimiento de lo que me dirá.
―¿Cómo se llama?
―Ilse Santa Cruz ― responde y estoy a punto de corregir su nombre pero recuerdo que es mi hermana con quien estoy hablando. No puedo creer que la haya conocido y que de nuevo mi familia se esté involucrando en este sin querer― tiene diseños increíbles, en verdad estoy segura que ella ganará el concurso y me dijo que me regalara un diseño, es linda en realidad.
―Nuria, no quiero que estés dando problemas en la escuela, ¿está claro? ― le regaño levemente mientras tomo la cerveza para alejarme de ahí y meterme a mi habitación.
―No estaré dando problemas, es un trabajo nada más y Thalia me meterá el mundo del modelaje.
―Mejor arregla tus cosas y dedícate a lo tuyo ― trato de disuadirla, no quiero que te quedes aquí mucho tiempo Nuria, yo tengo una vida y un destino que cumplir.
Camino hacia mi habitación dejándola con las palabras en la boca y sintiéndome increíblemente mal ya que no suelo ser tan tajante con Nuria, pero por el momento no quiero que esté cerca de Izel o incluso que llegue a tratarla. Debo de protegerla, de mantener esto para mí el más tiempo posible hasta que pueda decirle lo que pasa y asegurarme de que ambos haremos algo al respecto.
Dejo la cerveza sobre mi mesita de noche. Tomo mi móvil y lo primero que veo es un mensaje de salvador.
SALVA
YO ESTOY DE TU LADO, QUIERO QUE SEPAS ESO
Me escribe y yo simplemente le dejo sin contestar. Tomo el papel que me dio Izel y marco el teléfono para registrarlo y después mandarle un mensaje.
ENRIQUE
IZEL, YO TAMBIÉN SOY VALIENTE EN CORRESPONDERTE. NO OLVIDES ESO.
Le envío recordando lo que ella me dijo cuando estábamos en la cafetería, palabras que jamás habían quedado tan bien y había tenido tanto significado como hasta ahora. Momentos después escucho el tono de mensaje de mi móvil y al abrirlo sonrío al ver que es ella.
IZEL
TE CREO. AUNQUE PIENSES QUE NO, TE CREO. SÓLO TE PIDO TIEMPO.
Pero tiempo es el que no tenemos y ahora mucho menos que mi hermana ha entrado a la ecuación, por lo que tendré que mantener esto en secreto hasta que sepa cómo resolverlo.