CAPÍTULO 46: Una oportunidad inesperada

1820 Palabras
Tú si sabes quererme© Safe Creative Código 2109289374098 Izel -Tres días después- El amor de mi vida se casó con otra y aquí estoy yo aguantando este dolor porque no hay de otra. Solo de pensar que Enrique tiene que compartir su habitación con otra mujer, dormir a su lado y despertar con ella, me hace pensar lo peor de la señora Pastora. ¿Cómo una persona puede ser tan cruel como para hacer eso?, ¿cómo es que puede dañar a su propio hijo?, no dejo de pensar en todo el tiempo que pasaré así, sola, recordándolo, hasta que algún día podamos estar juntos; no quiero verme sola. ⎯Izel⎯ escucho la voz de Thalia, quién va entrando al taller con una sonrisa y dos vasos de café en la mano⎯¿a qué hora llegaste? ⎯A las siete de la mañana, no podía dormir y mejor me vine a darle unos últimos detalles al los bocetos, sé que tenemos cita a las once⎯ respondo rápido, porque sé que ella comenzará a tratar de convencerme que lo que hago está mal y es no es bueno para mi salud. Thalia suspira, deja el vaso de café sobre la mesa que está despejada y luego va hacia mi para ver los diseños.⎯ Uno está más bonito que el otro⎯ confiesa. ⎯Gracias⎯ respondo, en un tono de melancolía.⎯¿Le diste lo que le mandé? Thalia asiente⎯ lo hice y le encantó. Se lo puso de inmediato en la muñeca y en su boda no dejaba de verlo. Yo veo mi anillo de compromiso, el que ahora traigo colgado en la cadena y suspiro⎯ al menos ya no tendrá que esconderlo. ⎯Hablas como si te conformaras⎯ comenta mi amiga. Volteo a verla y encojo los hombros ⎯y, ¿qué puedo hacer?⎯ le comento⎯ debe ser así por un tiempo hasta que Enrique se divorcie y pueda estar conmigo, por lo mientras, debo conformarme no, con estar en un bonito taller, pronto ver mis creaciones en unas modelos y ser una mujer importante. De pronto siento este tono amargo saliendo de mi y sé que no soy yo, por lo que trato de hablar para disculparme pero, Thalia me interrumpe⎯ fue mi culpa, mi comentario no fue el correcto. ⎯No, lo siento. Llevo literal meses sin dormir bien y luego pensar que Enrique está casado con otro me hace rabiar. No me quiero quebrar ni rendir pero, no puedo⎯ explico entre lágrimas⎯ no puedo evitar no llorar y sentirme mal, muy mal. Estoy tratando de pensar positivo pero, veo lo que pasa y siento que esto no será cómo lo planeó, como lo planeamos. Thalia me quita el color de la mano y luego me pone de pie para abrazarme fuerte. El delicioso aroma de su perfume me invade y sus perfectas manos de modelo acarician mi espalda. Es un abrazo que pedía a gritos y que por fin alguien me lo dio. ⎯No te voy a decir que todo está bien⎯ me dice⎯ pero si te puedo decir que estaré contigo siempre y que te voy a apoyar a Enrique y a ti. Es horrible todo lo que la señora Pastora les hizo pero, también sé que su amor va más allá de eso Izel y como tu amiga te daré el mismo consejo que le di a él. ⎯Y, ¿qué consejo es ese? ⎯ pregunto. ⎯Busca tu felicidad. En las pequeñas cosas que hay a tu alrededor, en el día a día pero búscala y encuéntrala. No dejes que el odio y el dolor ganen⎯ recita con una sonrisa. ⎯Es un consejo muy bonito⎯ le respondo. ⎯Tengo fe de que algún día les servirá. Me seco las lágrimas con la manga de mi suerte y suspiro ⎯ gracias, gracias por ayudarme. ⎯De nada. Ahora, señorita Santa Cruz, tome esos diseños tan bellos y vayamos a presumirlos, estoy segurísima de que quedarán encantados y que pronto veremos todo en vitrinas y gente peleándose por comprarlas. La marca Santa Cruz- Barceló será un éxito, tú serás un éxito. ⎯Nosotras⎯ corrijo⎯ seremos un éxito. Thalia me sonríe y saca su celular de la bolsa ⎯ haré unas llamadas y ahora regreso, ¿sí?, te juro que seremos las mejores. Así, después de una hora más en el taller afilando los últimos detalles y las joyas muestra que he traído para presentarlas. Thalia y yo nos subimos al auto para ir hacia el lugar donde será la presentación. A pesar de toda la amargura que llevo dentro, aún hay un poco de alegría que me hace emocionarme por lo que está a punto de pasar. No puedo creer que vaya a mostrar mis creaciones para que sean parte de un desfile y lo mejor, no puedo creer que sea en Madrid. Tan solo llegamos al edificio, el chofer de Thalia se para en frente de la puerta y al bajar del auto, vemos una joven que, enseguida, nos da la bienvenida y nos lleva hacia el interior. ⎯Esperen un momento, en seguida les atienden⎯ nos habla. Ella se va, y tanto Thalia como yo nos vemos a los ojos y sonreímos.⎯ Verás que todo saldrá bien⎯ me anima. Espero, porque en verdad necesito buenas noticias este día, pienso, arreglándome el grueso y elegante abrigo que me he comprado. ⎯¿Thalia Barceló?⎯ escuchamos su nombre y al voltear por la puerta lateral vemos a un hombre alto, de barba arreglada, cabello corto y un traje de color azul marino perfectamente entallado a su cuerpo. Él se acerca con una sonrisa y Thalia va hacia él y lo abraza. ⎯Miguel, ¡qué gusto verte!⎯ le saluda⎯no sabía que ya habías regresado. ⎯Bueno, tampoco iré por la vida anunciándome, ¿no es así? ⎯ se ríe. La mirada de Miguel se posa sobre mí y puedo ver sus bonitos ojos cafés ⎯tu debe ser Izel, ¿cierto? ⎯ me pregunta. Me acerco a él y estilo la mano ⎯Izel Santa Cruz⎯ pronuncio. ⎯Izel Santa Cruz, que nombre tan singular, ¿qué significa? ⎯ inquiere. ⎯Única⎯ digo con orgullo. ⎯Única⎯ repite para luego sonreír. Miguel voltea a ver a Thalia y le pregunta⎯¿vamos a mi oficina? ⎯Si claro⎯ responde mi amiga segura. Vemos como Miguel comienza a caminar hacia la puerta de donde salió y yo me acerco de inmediato a ella y le murmuro⎯¿él es la persona del desfile? ⎯Sí, la familia de Miguel Caballero es la encargada de el evento. Si queremos entrar bien debemos hablar con él, o qué, ¿pensaste otra cosa? ⎯Bueno, es que… ⎯ y me quedo en silencio porque sé que lo que diré será una tontería. ⎯¿Bueno qué? ⎯ murmura Thalia. ⎯Es que pensé que se vería menos… ⎯¿Masculino? ⎯ interrumpe Miguel desde lejos y yo me sonrojo de inmediato ⎯ ¿cree que no tengo la experiencia para saber si sus pieza son buenas o malas? Niego con la cabeza⎯ lo siento, lo que pasa es que en mi experiencia siempre es una mujer la que lo hace; no pretendo ofenderle. ⎯No lo haces⎯ me habla. Miguel abre la puerta y nos invita a entrar a su oficina donde veo que hay bastantes premios, reconocimientos y fotografías con lo que parece son personas importantes. Él nos invita a pasar a donde está una mesa de madera con una lámpara arriba y una tela aterciopelada. ⎯La familia de Miguel viene de una larga carrera de diseño de joyería. Ellos mismos tiene una marca, “Ibars”. ⎯¡Vaya! ⎯Ahora los diseñadores de moda que quieren hacer eventos y que quieran tener éxito van a su familia para consultarlos. Además, la familia de Miguel se dedica darle oportunidad a nuevos diseñadores y por eso estamos aquí.⎯ termina Thalia. ⎯Bueno, pues, muchas gracias⎯ le agradezco muy apenada. Miguel me sonríe⎯ bueno, Única, muéstrame lo que tienes. Tomo de mi bolsa la pequeña bolsa de terciopelo y con mucho cuidado voy poniendo las piezas sobre la manta que hay sobre la mesa. Puedo ver como mis materiales brillan, como los diseños se ven increíbles y el azul brillante del lapislázuli bajo la luz. Miguel toma el collar, y lo observa con detenimiento⎯ este es hermoso⎯ habla sincero. ⎯Gracias, todos son diseños únicos, si volviera a repetirlo tendría algo diferente⎯ le explico⎯ todo está hecho a mano, personalmente por mi, y mis materiales principales son plata, con jade, amatista, esmeralda, azabache y lapislázuli. ⎯El oro azul⎯ murmura. ⎯Así es… hay un anillo de compromiso que hice que tiene oro de 18 kilates con piedra lapislázuli y… Entonces Caballero toma el anillo que le estoy describiendo y toma mi mano⎯¿puedo?⎯ pregunta. Asiento con la cabeza y veo como pone el anillo en mi dedo haciendo que este brille. Lo observa detenidamente para luego sonreír.⎯¿dices que no son piezas que repitas? ⎯No, los diseños que le traje son para el desfile pero, cada pieza es única. ⎯Como tú⎯ agrega. Migue suelta mi mano con cuidado y luego voltea a ver a Thalia⎯ tenías razón, son bellísimas. ⎯Te lo dije. Izel me hizo estos aretes y son mis favoritos… ⎯Bien, te voy a ser honesto Izel⎯ comienza, con esa voz grave que tiene⎯ tus piezas no son para un desfiles de moda. Mierda, yo que necesitaba una buena noticia hoy. ⎯¿De verdad?⎯ pregunto. ⎯Así es… son para que las expongan en un museo porque, en verdad, son hermosas y únicas⎯ agrega y sonríe. Thalia se emociona⎯¡Ves!, te lo dije. ⎯Así que lo siento pero no te daré la oportunidad del desfile porque creo que es mejor que las tome bajo mi ala y haga de la marca Santa Cruz- Barceló un éxito, así que… te propongo un trato. ⎯Dime. ⎯Diseñarás veinte piezas únicas para mí las venderemos como parte de la marca Ibars. Será una alianza estratégica, “ Santa Cruz- Barceló para Ibars”. Le daremos promoción, exposición y lo mejor, daremos a conocer tus piezas y recibirás nuestra ayuda. Esbozo una sonrisa sin poderlo evitar⎯¿es en serio? ⎯Muy en serio. Además, si Thalia se asoció contigo es porque sabe que es bueno, ella nunca se equivoca. ⎯¡Gracias!⎯ expreso emocionada y sin poder evitarlo me pongo a llorar. No sé si lloro porque me están dando una gran oportunidad o porque quisiera correr y contárselo a Enrique.⎯Prometo que no se arrepentirá. Miguel se ríe ⎯ llámame de tú que, a partir de hoy, somos socios. ⎯Gracias, esta es una oportunidad inesperada. ⎯Así llegan las cosas buenas, inesperadamente ⎯ responde viéndome a los ojos ⎯ahora, ¿vamos a hablar de negocios? ⎯ nos invita para que pasemos a la sala de juntas que hay al lado. Thalia me abraza y me recita al oído ⎯ no dejes que el odio y el dolor ganen… aquí está un pedacito de felicidad. Yo asiento y sonrío.
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