—Todo está perfecto… Volverás a ver tus flores en la ceremonia y la fiesta, así que vete y aprovechen el día, ya que se despertaron muy temprano —nos propone y Peter asiente, dándole la razón y pues, si me dice que todo está bien, pues haré caso a lo que me dice. Camila y yo nos ponemos vestidos similares, de tiras delgadas, escotes sencillos y un poco sueltos, largos hasta el piso y que marcan nuestra figura por su tela sedosa. El de ella es un rojo fuerte y el mío azul eléctrico, el maquillaje lo enfocamos en los ojos y nuestro cabello lo arreglamos de forma sencilla, apenas dándole forma, pero dejándolo suelto. Juan se pone un traje en un color uva, con el que se ve muy guapo y nada común, cosa que lo representa totalmente, ya que siempre ha sido muy arriesgado, sin dejar de ser elega