POV: Chelsea.
Una suave y cálida brisa refresca mi rostro cuando los últimos destellos de la tarde se observan en el horizonte. Un cielo de tonos naranjas y rojos anuncia el final del día.
Uno más que se va.
El sonido de las olas, constante, suave y arrullador, calma por momentos mis murmullos internos, me da fuerzas para no decaer. La madera del muelle bajo mis pies descalzos se siente húmeda, fría; así como mi interior.
La mezcla extraña colisiona y me hace tambalear. No sé qué bando elegir. Si el frío de mi corazón o el calor de mis recuerdos. Mi lucha día a día, es tomar la decisión correcta. Cualquiera de las dos, es arriesgada. Pero solo así me he mantenido a flote el último mes.
El mar me llama. El susurro se escucha como una melodía que guía mis sentidos y por unos increíble
