Chris se alejó un poco, dudoso. Se veía confundido y con toda la razón. —¿Por qué? —El por qué no lo tengo muy claro, pero de verdad, necesito que me beses ahora. Chris se acercó un poco más a mí y yo instintivamente, me pegué contra la pared. Pasó su brazo izquierdo por detrás de mi cintura. Me mordí el labio inferior, estaba nerviosa. Chris sonrió y puso su mano libre sobre mi barbilla, para sacar mi labio de mis dientes. No sabía dónde meter mis brazos. —¿Estás segura? —me miró una vez más. Sus ojos azules me tenían distraída. —Sí. Chris bajó su mirada hacia mis labios y luego me miró una vez más. Sonrió y yo no pude evitar sonreír de vuelta, era muy contagiosa su sonrisa. Sus labios en un santiamén, estaban contra los míos. Me tardé unos milisegundos en acostumbrarme y de