Me di una ducha, luego me puse el vestido que James me regaló, me quedaba perfecto, me maquillé y logré que mi pelo cayera bien liso sobre mi espalda. Cuando mi mamá me vio, aplaudió.
—¿Por qué aplaudís? —cuestiono riéndome.
—Uno: porque estás hermosa. Y segundo, porque estoy orgullosa de vos. Aceptas tus sentimientos sin temor y hacés la vida de los demás un poco más felices.
—Lo decís porque sos mi madre —comento. Ella asiente y suelto una carcajada.
Está por hablar cuando una bocina la interrumpe y me hace un gesto para que salga y la pase bien. Me da un abrazo fuerte y me hace prometer que me voy a cuidar en todos los aspectos.
Salgo y Esteban me está esperando sentado en el capó de su auto. Me ve salir y me mira de arriba abajo, él tiene un traje entre azul y gris que le queda
