Sacudo la cabeza. No puedo seguir estando preocupada por todo en vez de disfrutar que estoy con quien realmente quiero. Sí, a James también lo quise, pero no de la misma manera. Me dio placer y amistad, pero no amor. Aunque lo hayamos intentado, ni siquiera teníamos planes a futuro. Pero Esteban… es todo lo contrario. Lo miro de reojo, está hablando amablemente con mi amiga sobre su trabajo, y ni siquiera le importa que su ex, con la que apenas estaba comprometido ayer, esté con uno de sus mejores amigos en la mesa de enfrente. ¿Por qué debería a mí importarme que esté mi ex? Además, ¡es mi amigo! Tengo que dejar de verlo con los ojos del pasado. —¿Qué pasa, Nina? —me pregunta Esteban por lo bajo—. Si estás incómoda de que estén Rocío y Leandro compartiendo el mismo espacio, nos vamos