El festival aún no terminaba, pese a los rumores que circulaban y las gotas de sangre dejadas sobre la nieve, el festival que año con año celebraba el amor de la diosa de invierno por el reino de Leledomort, continúo.
Desde su asiento Madeleine Patel lamentó su baja estatura, en comparación con las mujeres del norte, aunque se parara de puntas, quedaba a ciegas y desesperadamente intentó buscar un espacio para mirar.
El paladín Agston volvió de la plaza y se acercó a ella.
– ¿Qué sucedió?, ¿cómo se encuentra la princesa?
Agston sintió desánimos al escuchar la preocupación en el tono de la santa, era el problema de reservar esa posición para las mujeres como una muestra de aceptación por parte de la iglesia y es que ellas, eran demasiado sentimentales – vomitó sangre y la llevaron de vu
