Daelia. Me siento ansiosa por hablar con Sila. Después del desayuno Umur sale de la habitación y me deja sola, solo me queda esperar como Sila me lo pidió para no levantar sospechas. Alguien toca. —¡Pase! Sila entra a la habitación. —Buenos días, tercera Kadin, te ayudaré a tomar un baño, ¿puedes levantarte? —Sí, creo que puedo hacerlo. Le levanto lentamente. Sila me toma del brazo y me ayuda, llegamos al baño. Ella coloca una alfombra sobre el piso y me ayuda a sentarme. —Ahora podemos hablar tranquilamente, Daelia. No te preocupes. El príncipe y Nazan se fueron, ¿qué es lo que necesitas saber? —Primero quiero que hablemos nosotras, debemos conocernos. ¿Cómo sé que tú estás de mi lado? Lo siento, Sila, pero creo que no confío ni en mi sombra en este momento. —Está bien, od