Al salir Jordana está conversando muy entretenida con Ainhoa. —Y aquí viene mi campeón —bromea Jordana. —Campeón sí, tuyo no —aclara Ainhoa sonriendo. —Así me gustan, que sepan cuidar lo que es suyo. —¿Ya terminaron o necesitan más tiempo? —les pregunto. —Ya casi amorcito —se burla Ainhoa. Me acerco a ella y sin pensarlo, la tomo de la cintura para acercarla a mí, voltea a verme un poco sorprendida, pero se da la vuelta y me da un abrazo. —Felicidades. —Gracias. —Bueno parejita enamorada, yo me voy —se despide y antes de irse me entrega un sobre—. Espero verte de nuevo Ainhoa. —Gracias Jordana, yo también, espero que Jon vuelva a traerme. Salimos de la bodega y abro la puerta del coche para que se suba, dejo mi maleta en el asiento de atrás y me subo. —Hoy me di cuenta de algo.