—Para ser tan tímido te dejas embaucar muy bien por Ariel ¿no crees? —¿Me estás reclamando algo? —cuestiono confundido. —No, pero si eres mi prometido, no deberías coquetear tan descaradamente con Ariel. —Ni siquiera le dirigí la palabra, no coqueteé con ella. —No puedo imaginar para que te quiere viviendo ahí, que coincidencia que apenas te conoció, y ya somos bienvenidos. —Ainhoa, fuiste tú quien me metió en todo esto. Suspira frustrada. —Lo sé Jonás —toma mi mano y la presiona—. Lo siento, no sé qué me pasa, son tantas cosas las que tengo que hacer, que me estoy desquitando contigo y no te lo mereces. —No te preocupes, te entiendo —digo presionando su mano—. Ariel me recuerda a mi ex —menciono un poco frustrado. —¿De verdad? —Si, es justo lo que no quiero tener en mi vida de n