Sonrío, mi madre es única. —Te amo mamá. —Yo también a ti hijo —suspira—. En cuanto a Ainhoa, a pesar de que es una chica preparada y con dinero, se ve sencilla, de inmediato me inspiró algo bueno, como Izan; estoy segura que ella necesita amor, esa chica se siente muy sola y ni con todo el dinero del mundo se puede llenar un vacío así. —Tienes razón mamá y te prometo que ayudaré a Ainhoa en todo lo que pueda. —Me alegro hijo. —Por cierto, el lunes se hace oficial mi nuevo puesto. —Que alegría, estoy muy orgullosa de ti, siempre has sido tan centrado y tan dedicado a tu trabajo. —Bueno mamá, voy a cambiarme, antes de que se haga más tarde. —¿No me acompañarás a comer? —Si, en cuanto me cambie, no me perdería por nada lo que sea que estés cocinando. —Perfecto, Ryan quedó de venir,