Llego a la casa, apenas me bajo del coche y sale Ainhoa, se acerca a mí con una enorme sonrisa y pasa sus manos por mi cuello. —Jonás —dice a punto de besarme. La tomo de la cintura. —Ainhoa —digo y la beso, es un beso cargado de deseo, que me hace pensar en llevarla a mi habitación y hacerle el amor de mil maneras. —Tú madre me dijo que estabas con Brett. —Si —contesto señalando el interior de mi coche lleno de bolsas. —No creo que necesites ropa, me gustas más sin ella. —Mira qué coincidencia, también a mi me gustas más sin ropa. Vuelvo a besarla, en eso escuchamos la puerta y mi madre se asoma. —¿Todo bien? —pregunta. —Sí mamá, ahora vamos. Ainhoa me ayuda a bajar las bolsas y subirlas a mi habitación, Santi está muy entretenido en la cocina y al verme corre a saludarme. —Ho