Dos días después: 25 de agosto Ha sido bastante difícil retomar las actividades diarias de la fundación sin que se notara lo que hay entre nosotros, y es que por ahora estamos queriendo que todo esto se mantenga en un bajo perfil para evitar problemas; por lo menos hasta que encontremos una casa donde mudarnos. Además, tampoco es que nos interese demasiado que la gente sepa de nuestra relación. Sobre todo, porque hay muchas personas que han perdido al amor de su vida, tal y como nos pasó a nosotros, y una noticia así puede ser dolorosa para ellos. Salgo de la fundación con mi hija en brazos para regresar al departamento, pero apenas hago unos cuantos pasos, veo a Gabriel con su cuerpo apoyado sobre su coche y una inmensa sonrisa en su rostro. Él se quita esos lentes de sol que tan bien

