GRACIELA
27 de diciembre de 2016.
Hoy se va. Hoy, después de hoy, ya no hay más. El chico que más he amado en mi vida, se va de mi lado para siempre.
Me levanto a rastras, aún no puedo convencerme. ¿Por qué nuestro “siempre” tiene que ser de esta manera? ¿Por qué el “siempre” de las despedidas es el único eterno y verdadero?
Pasamos una Navidad divina. Él y yo, con mi madre y Gabriel acá en nuestro apartamento. Al día siguiente, nuestros amigos vinieron.
Todo fue tan, tan perfecto… No obstante, hoy me despido del apartamento también. Lucas me lo ha regalado, pero yo no soy capaz de vivir en él. Me mudaré con las chicas y lo arrendaré, así como hice con mi casa también.
De hecho, ya encontré la pareja que lo alquilará.
Esta noche ya no dormiré más aquí, entre estas cuatro parede
