Eda Estoy leyendo unos documentos tan concentrada que no escucho como se abre la puerta. Solo levanto la vista cuando suena como se cierra. Alex está plantado delante de mí. Oh Dios mío, temía que algo así pasara, que me tomara por su confidente y lo empezara a ver más de lo normal. Leah hizo caso del consejo de Alaric, recogió sus cosas y se largó, no dejó ninguna tarjeta porque nunca ha necesitado tenerlas. - Buenos días - Cierro la boca porque ya no se si llamarlo Alex o señor Litman. Alex se mete las manos en los bolsillos y camina hasta la mesa. Parece que ha perdido parte de su seguridad. Se sienta en la silla frente a mi. - Perdona que te moleste, Eda - Garraspea incómodo - estoy seguro que ya sabes porque he venido. Claro que lo se, y tengo que decir que no me importa e