Eda Alaric me ayuda a sentarme en el pequeño escalón de la acera. No bromeaba cuando decía que me temblaban las piernas. Mi abuela es mi única familia, el día que me deje estaré completamente sola. Todavía no puedo comprender que haya bromeado con eso. - ¿Por qué lo has hecho? - Pregunto arrugado las cejas. No tiene ningún sentido. Nos hemos visto unas pocas veces nada más. Ha visto de primera mano lo desamueblada que tengo la cabeza, y aún así, ha decidido meter a mi abuela y a mi amiga para que no cene con Alex. - No querías cenar con él - suelta como si nada. - Tampoco quiero trabajar para vivir. Espero unos segundos a que me dé otra contestación, al menos una que crea. Al ver que no tiene pensado decir nada, me levanto y me cuelgo el bolso. - Muy bien, me voy a dormir. Ll