Eda
Camino delante de Máximo, no quiero que vea mis ojos inundados en lágrimas.
¿Cómo es posible que alguien que no te conoce de nada piense lo peor de ti? Ya no es sólo pensar, es que te venga ese pensamiento a la cabeza y lo vomites sin ningún tipo de consideración.
Espero delante de la puerta del ascensor. Se coloca a mi lado en silencio. Supongo que esto es lo mejor que podemos ofrecer ahora mismo.
En cuanto se abre la puerta metálica entro y espero a que pulse el botón.
- Es asqueroso lo que ha insinuado - Suelto sin mirarle.
Debería haber mantenido la boca cerrada, ignorarlo y hablar directamente con su padre, y después luchar por el contrato igual que el resto de abogados, pero el maldito contrato es lo que menos me importa.
- Lo se - Admite - Y me disculpo sinceramente
