El desengaño del primer beso

1048 Palabras
El primer beso nunca se olvida y te marca para siempre. ------ -Andrea-  Mis ojos abiertos de par en par por la sorpresa del resbalón y porque ahora respiro de su aliento fresco y mentolado. Me acerca a su pecho y sus labios besan los míos, cierro inmediatamente mis ojos.  Lo que tanto pedía había sucedido, Evan me estaba besando, mi primer beso. Sentí su boca moverse, yo ... solo seguí sus movimientos con total inexperiencia; cuando su lengua invadió mi boca, mis manos empezaron a moverse solas, aferrándose a su fuerte y musculosa espalda, mientras me sentía segura, amada… deseada. El beso duró un poco más de 1 minuto, mi cuerpo pedía que me tomara en sus brazos y mi timidez quería lo mismo para no ver la cara de Evan después de esto. Sus manos bajaban hasta mi cintura, manteniéndome pegada a su musculoso cuerpo, hasta que, me separó de forma brusca, sin ningún aviso, desapareciendo inmediatamente de mi vista. Me quedé anonadada por lo que había sucedido, él me había besado y también abandonado sin ninguna respuesta, ni explicación. Me sentí muy tonta. Mientras unas lágrimas caían por mi rostro. Sequé con mi mano las gotas que recorrían mis pómulos. Al entrar encontré a Tatiana conversando amenamente con los chicos. Los cuales cambiaron drásticamente su cara al verme.     - Traeré agua- dijo Robert al verme entrar por la puerta, mientras Tatiana me acercaba una silla para sentarme- Recibí el vaso con agua, lo tomé y dije- debemos irnos Tati, es tarde, gracias por la invitación chicos.  Con una sonrisa fingida salí de la casa, seguida por Tatiana. Ella me llevó frente a la playa a sentarnos, le conté todo a mi mejor amiga, llorando desconsoladamente mientras trataba de asimilar lo que había sucedido.    -Evan- Ver a Andrea entrar por la puerta, me hizo feliz, es una niña hermosa y ese vestido rojo demasiado adherido a su cuerpo de niña-mujer es… excitante, resalta sus pequeños pechos, su cintura pequeña y pronunciadas caderas, sus piernas son una maravilla , me vuelven loco. Su cabello largo suelto es espectacular, sus expresivos ojos me excitan por completo, haciéndome sentir que sus rojos y sensuales labios me llaman, quieren que los bese, los muerda que los devore. La pasión me invade, sin embargo no puedo expresarlo. Espero a que todos salgan de la sala para indicarle que se siente a mi lado, necesito tenerla cerca, confirmar que ese aroma a fresas frescas me desea, no me puedo contener más.     - Eres una jovencita muy hermosa - Lo dije .. le dije que era bella, sin embargo solo logré asustarla, sale corriendo. No pienso más y por instinto corro detrás de ella para disculparme.     - Lo siento, no quise asustarte - fue lo primero que salió de mi boca. Sus ojos muestran que me creen - pero Andrea debes aceptar que eres hermosa - agrego con una sonrisa para evitar asustarla más. Me quedo con ella en el jardín para conversar, es muy curiosa, pero es hora de entrar porque no sé cuánto más podré evitar besarla.     - Andrea ¡cuidado! - la pequeña se resbala, solo atino a cogerla por su espalda para evitar la caída, ahora me mira con esos hermosos ojos abiertos por la sorpresa, no puedo evitar querer tenerla, discúlpame por lo que haré… Mientras la beso abro los ojos para observarla, para confirmar que lo hice, mientras el viento juega con su larga cabellera. Sé que también le gusta este beso, cierro nuevamente los ojos para guardar su sabor, su boca sabe a fresas, su aliento ahora es mío, sus besos son míos, su primera vez es conmigo, guió sus inexpertos labios, sin darme cuenta introduzco mi lengua… no puedo más. Me dejo llevar por el deseo, mis manos bajan por su espalda, sintiendo la suavidad de su piel tersa, bajo hasta su cintura, la sujeto con fuerza, aferrando su cuerpo contra el mío. Una y otra vez me repito que no puedo hacerle esto a ella, es tan inocente, pura… la separo con fuerza… me voy sin decir nada. ... Ya en mi dormitorio- Creo que no debí dejarla sola después de lo que pasó, pero me siento tan confundido con lo que me hace sentir - ¡Diablos! - grité con rabia, al darme cuenta que me excita tanto una niña, a tal punto que estaba actuando como un adolescente, sin pensar. De algo estaba seguro, si me quedaba a su lado, era capaz de no dejarla ir hasta hacerla mía - pensé mientras tiraba una lámpara al piso, para luego sentarme sobre mi cama. Mis pensamiento se ven interrumpidos cuando Robert, Arturo y Steve entran por la puerta sin siquiera tocar, estaban molestos, se notaba en su mirada.      - ¿Qué pasó en el jardín? Ella entró llorando - Me preguntan     - ¿Qué le hiciste? - grita Robert, obligándome a contestar     - ¡La besé !, no sé qué me pasó, pero no me pude contener. - grité sintiéndome aliviado de contar la verdad- ¡maldita sea!     - Evan, ¿Estas loco? Es una niña, te hemos permitido tantas cosas, pero esto es diferente, - gritó Arturo - ¡solo tiene 16!     - Lo sé y es lo que más me enfurece, ¡Rayos! - vociferé mientras apretaba tan fuerte mis manos contra las sábanas - Ella no es como las demás, pero no pude evitar besarla, - agregué con la mirada fija en el reloj del escritorio frente a mi cama.     Maldita sea, no estoy seguro de lo que siento ... mi cabeza es una mierda.     - Otra vez Xime… sabes que ella asistirá mañana a la fiesta ¿Verdad? - comentó Arturo     - Debería tomar una decisión, no puedes jugar con Andrea, No creo que valga la pena que abandones esta oportunidad, por culpa de tu pasado, de tu inseguridad - dijo Steve-     - Es hora de superar estas heridas, ya pasó mucho tiempo, 2 años son suficientes.- agregó Robert con cara de pocos amigos.- no sé qué pasó en tu relación pero es tiempo de superar todo. -finalizó mientras salían de la habitación. Me quedé ahí, en silencio, hecho mierda, pensando en todo lo sucedido, en que es hora de superar ese pasado doloroso, esa inseguridad para no lastimar a nadie más, porque simplemente me estaba haciendo daño a mí mismo, al no darme la oportunidad de amar y ser amado.
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