La estancia en el hospital es agridulce. Por una parte, me siento feliz por tener a mi niña en mis brazos luego de un par de días en cuidados prenatales y que todos sus exámenes salieran bien. Lo mismo sucedió con Diego. Debían cerciorarse si él no sufrió algún daño. La muerte de Karla ha sido un golpe que nadie esperaba. Sus padres están destrozados y Dante solo intenta darles a entender que son más que bienvenidos en la vida de su nieto. Los mismos decidieron irse unos días fuera luego del sepelio de Karla al cual, por supuesto, Dante asistió. Siento lástima y al mismo tiempo rabia. Lástima porque no podrá ver crecer a su hijo y rabia por su falta de temperamento al dejarse manipular por Celina. Aun Dante no me ha dicho algo sobre la situación legal de su madre. Lo que si supe es