Antonio eligió mal el punto de reunión, a dos mesas de distancia un grupo de fanáticos del futbol miraban la televisión y les gritaban a los jugadores, a los comentaristas y al público, el jefe del local quería sacarlos, pero eran demasiados y se estaba volviendo muy molesto. – ¿Fanático del deporte? – entró preguntando Anabel, la reportera que dirigía el documental sobre la clínica Green Heart. – No, descubrí que era un bar deportista después de llegar. Anabel sonrió – lo supuse, bien, ¿de qué querías hablar?, investigador privado; Melosa. Los demonólogos del ministerio de magia no podían presentarse frente a mundanos como lo que eran, por eso el edificio estaba registrado como una agencia de investigación privada y todos ellos tenían tarjetas que los identificaba como investigadores

