Seguidores del abismo

1961 Palabras
Percival tardó más de media hora en leer sus mensajes, volvió a la oficina y escribió la respuesta. “Lo normal, supongo, todos los magos saben sobre los seguidores del abismo” Al leer ese mensaje, Lilith se recargó sobre la pared, estaba sentada en la parada esperando un taxi y no podía sentirse peor – todos, menos yo – los coches siguieron pasando, miró su celular y escribió, “¿tienes tiempo hoy?, quisiera saber más sobre ellos y en serio, no tengo a quién más preguntarle” Percival miró la hora – salgo a las siete. – Recuerdo que salías a las nueve, ¿te dejarán irte antes? – No, renuncié a mi trabajo y ahora estoy en el ministerio de magia. – ¿En serio?, ¿en qué departamento? – Demonología – escribió Percival. – Felicidades – escribió Lilith e hizo una pausa – pensé que eras ingeniero en artefactos mágicos. Percival suspiró – sí, yo pensé lo mismo. Larga historia. Lilith sonrió – me la contarás, después de hablar de los seguidores del abismo – lo sentía, pero era algo muy importante. Salir de casa no era muy difícil, siempre que dijera que estaría con una amiga, mundana, ex compañera de la universidad, sus padres se mostraban entusiasmados, como si verla interesarse en cualquier cosa ¡no mágica!, fuera algo bueno, Lilith no quería ni imaginar lo que harían sí descubrían que iba a reunirse con un mago o que la razón, era para entender algo que ellos le ocultaron toda su vida. El tiempo pasó muy lentamente, de las once a las doce fueron tres horas, después se quedó dormida y cuando despertó ya eran las cuatro. Percival salió tarde, después de contarle al experto en artefactos antiguos que el hombre que descubrió la dimensión tenía ese colgante y mostrarle las imágenes, tuvo que explicarle al investigador Tellez por qué tenía datos de la empresa Deimos en una memoria personal. Se quedó en blanco, Antonio le hizo creer que estaba bien tomar las imágenes porque era por el bien de la investigación y tenía sentido, pero el investigador a cargo y el capitán Leblanc, le explicaron que estaba equivocado, no podía tomar evidencia solo porque la necesitaba. Obviamente. ¿En serio necesitó que alguien se lo dijera en voz alta? – Idiota – se llamó a sí mismo al llegar a los escalones, eran las siete y media, Lilith esperaba sentada en la parte de arriba – lo siento – se disculpó por llegar tarde. Ella se levantó – está bien, ¿podemos hablar aquí? Percival miró hacia atrás – no, ven – la llevó a su coche y abrió la puerta. Lilith subió sin dudarlo y se puso el cinturón de seguridad, pasaron diez minutos, entraron al estacionamiento de un centro comercial y se quitó el cinturón para bajar. – Espera – le dijo Percival – hablaremos aquí, te comenté que todos saben sobre los seguidores del abismo, pero no es un tema del que quieras conversar en voz alta. – ¡Oh!, entiendo – dijo Lilith. Percival quería tener preparada una buena explicación, que fuera clara y fácil de entender, pero lo regañaron por casi una hora y estaba muy distraído – los seguidores del abismo son un culto conformado por magos que desean regresar la magia a los tiempos antiguos, digamos – abrió la guantera y sacó su memoria usb – los magos actuales podemos hacer esto – puso la memoria sobre la palma de su mano, esta flotó en el aire y comenzó a girar – los magos antiguos hacían lo mismo, con rocas de una tonelada. Lilith agrandó los ojos al imaginarlo. – Los magos actuales invocamos criaturas mágicas que son proyecciones, no criaturas pensantes, los magos antiguos creaban dragones con inteligencia. Sí entiendes el punto. Lilith asintió. – Hay muchas teorías que intentan explicar el declive de la magia, una de ellas dice que en la actualidad no se necesitan los magos, hay otra que culpa al hundimiento de la isla de Malea, que podría ser una casualidad, pero es cierto que a partir de ese día nacieron menos magos y otros piensan que fue el mezclarlos con mundanos lo que afectó el índice de nacimientos, bien, en realidad la causa no importa, me estoy desviando del tema – respiró profundamente para ordenar sus ideas – los seguidores del abismo quieren volver a la época en que había tanta magia en el aire, que te sentabas a meditar una media hora y podías hacer que un volcán hiciera erupción, según ellos están haciendo lo correcto, todos los magos deberíamos apoyarlos y quienes están en su contra, son el enemigo, ese es uno de los problemas, porque sí fueran un grupo de investigadores o científicos tratando de curar una enfermedad, a nadie le molestaría y los dejaríamos trabajar, pero no es así, los seguidores del abismo son radicalistas, todos los magos que no están de acuerdo con sus doctrinas o que se interponen en sus planes, deben morir. Al final son como todos los idiotas que usan a la religión como excusa para matar. Las manos de Lilith se apretaron, comprendía los ideales de esas personas, sí ella pudiera volver a esos días en los que la magia abundaba, lo haría, pero no asesinaría por ello y esas personas lo hacían. ¡Esas personas! Decirlo de esa forma no le hacía olvidar lo que dijo su abuelo, su familia era parte de ese grupo. – Ellos tienen su propia teoría que explica el declive de la magia. Las teorías son importantes, por eso te las estaba contando – hizo una pausa y se recargó sobre el volante – lo lamento, tuve un mal día en el trabajo. – Descuida, tengo tiempo – le dijo Lilith y se recargó sobre el asiento. Además de un centro comercial, también había otros negocios, una tienda de zapatos, de ropa y al final – ¿quieres una pizza? Percival levantó la mirada – mitad y mitad, pide tu especialidad, yo pediré la mía. – Hecho. Antes de bajar, Percival tomó un reloj de la guantera y cambió de lugar de estacionamiento para estar más cerca, ordenaron, buscaron un lugar aislado y Percival acomodó su brazalete para poder hablar sin que los demás escucharan. – De acuerdo, según los seguidores del abismo, la magia es como los otros recursos en el planeta, no se crea ni se destruye, y hay una cantidad fija que se distribuye entre los magos existentes, el problema con esa teoría es que actualmente hay menos magos de los que había en el siglo XIII y la cantidad de magia no es la misma, por eso, ellos culpan a los demonios, ¿sabes cómo se crea un demonio? Lilith asintió – son magos que han roto los tabús. Percival hizo un gesto – más o menos, es un tabú en específico, el robo de cuerpos, muchos magos antiguos lo usaron porque pensaron que era la forma perfecta de alcanzar la inmortalidad, te conviertes en mago, creces, envejeces, adoptas un discípulo, te apropias de su cuerpo, lo asesinas, tomas su lugar y continúas con el ciclo, muchos magos aseguraron que los discípulos estaban de acuerdo y que se les daba mucho oro para pagar por sus vidas, pero la gran mayoría usó huérfanos de la calle y los engañó. – Esa parte no viene en los libros de historia – comentó Lilith. – Hay otro libro no autorizado, se llama, “la historia secreta de la magia”, está en la biblioteca de la academia. Lilith lo anotó mentalmente. – El problema con el cambio de cuerpos es que va en contra de las reglas de la magia, los magos que lo hicieron se quedaban sin cabello, tenían arrugas y manchas en la piel, algunos magos tomaban cuerpos muy jóvenes para evitar que eso pasara pensando que el problema era el cuerpo receptor, pero entre más cambiaban, peores eran los efectos, por eso terminaron con la apariencia que tienen ahora, los cuernos, la piel de reptil, las garras, los ojos saltones y todo eso, una vez que se convierten en demonios, necesitan un objeto físico, no biológico, que sea su cuerpo y para tomar uno diferente, deben contar con el permiso del dueño. Hasta ahí, Lilith lo entendía, sin embargo – ¿por qué los seguidores los culpan del declive? – Cuando un mago hace el traspaso de alma, se lleva su poder, y estamos hablando de miles de magos de la edad media con el poder de cruzar los dedos y provocar un terremoto que destruya todo este centro comercial – miró hacia arriba. El mesero trajo la pizza y Lilith se apartó. Unos segundos después se sirvieron y reanudaron la conversación. – Para los seguidores del abismo los demonios son como baterías gigantes, los encuentran, los llevan a una de sus “iglesias del abismo” y traspasan la magia a ellos. – ¿Cómo hacen eso? – Ni idea, tendrías que ser parte de su culto para saber cómo lo hacen, yo me imagino que es una especie de exorcismo, ya sabes, con las personas usando túnicas largas, rostros cubiertos, velas encendidas, un salón redondo – contó Percival – porque sí vas a traer energía negativa al mundo, hazlo con estilo. – Con estilo. Dijeron las últimas palabras al mismo tiempo. – Imagino que a los demonios no les gusta ser tratados como baterías gigantes – dijo Lilith. – A nadie le gusta eso, los demonios siempre tratan de tomar el control del mago que los invoca, la mayoría de las veces termina en desastre, edificios que se incendian, terremotos, deslizamientos de tierra, aún si todo sale bien, está el problema de la energía, se le llama magia contaminada porque proviene de una época en la que los magos mataban miles de personas para salvar la vida de un noble a cambio de dinero – finalizó Percival. Lilith suspiró, esa era la historia de la familia materna, personas que buscaban demonios para drenar su energía y también, asesinos, pero todo eso era el concepto general, necesitaba más para comprenderlo – entre las cosas que han hecho los seguidores del abismo, ¿puedes mencionar alguna? Percival tomó una servilleta para limpiarse y lo pensó por varios segundos – hay algo, una familia de magos tenía un demonio atrapado en la caja fuerte, esperaban un día propicio para el exorcismo, y un día el demonio llamó al hijo menor de la familia, nadie sabe lo que le dijo, mi padre dice que debió prometerle lo usual, convertirlo en el mago más poderoso de todos, pero para lograrlo necesitaba un lugar aislado y muchas personas, el chico lo hizo, tenía dinero, hizo algunas llamadas, pagó una fiesta para egresados de una preparatoria rural, les invitó las cervezas, llevó al demonio creyendo que obtendría lo que quería y lo que pasó – hizo una pausa – fue que el demonio asesinó a veinticuatro estudiantes, incluido el mago, hasta dónde sé, nadie lo encontró, se cree que huyó en el cuerpo de un policía. Lilith sintió que su piel se erizaba. – Los padres estaban de viaje y nadie piensa que lo hayan planificado, es el detalle con los seguidores del abismo, no todos son asesinos despiadados, pero manipulan fuerzas que están fuera de su control y provocan desastres como esos. – Gracias – dijo Lilith, ahora que lo sabía, estaba lista para hablar con sus padres – tu turno, ¿cómo terminaste trabajando en el ministerio? Por obvias razones, Percival no podía dar los detalles – renuncié a mi trabajo, me postulé en el ministerio y me aceptaron. Lilith se confundió – ¡esa es la versión larga de tu historia! – Sí.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR