Historia de la magia

1961 Palabras
¿Por dónde comenzar? Por el principio, el auge o el declive. Con el gran libro en sus manos y todas las hojas entintadas Lilith sintió que su corazón latía más rápidamente. La última vez que lo leyó tenía ocho años, era nostálgico volver a leer y recordar cosas que creía olvidadas. Todo comenzó con la infame fortaleza de Pría. Era el siglo IX D.C. una época cargada de necesidades en la que transportarse era una actividad en extremo peligrosa, riesgosa e incómoda, había una gran falta de higiene, el agua podía matar a quienes se bañaban con ella y las personas no sabían qué hacer con sus propios desechos. Fue así como comenzó, literalmente, con el problema de la mierda. El lord de la fortaleza de Pría estaba harto, porque después de comer le daban ganas de ir al baño y era tan gordo que sus sirvientes debían transportarlo en un carro, para ahorrar esfuerzos mandó a sus ingenieros a construir un baño cerca del gran salón con un pozo que bajaba hasta el jardín trasero, sus súbditos le advirtieron, pero él no escuchó y se construyó el gran pozo. ¿Qué sucedió? Que el olor de los desperdicios se filtró desde el baño hasta el salón y los invitados se quejaron, el gran lord de la fortaleza les ordenó a sus sirvientes cubrir el aroma con toda clase de aceites, eso generó otros problemas y el salón siguió oliendo a mierda. El gran lord llamó a su capitán y amenazó con asesinar a todo su ejército sí uno de ellos no le traía la solución. El capitán del ejército, Ferguson Ravenz, pidió al cielo una respuesta y este le envió una estrella. El capitán Ravenz usó su poder y creó la primera dimensión de bolsillo, un agujero redondo que se conectaba con una habitación de cuatro metros cuadrados, almacenaba todos los desperdicios de la noche y después todo se descargaba sobre un gran pozo de tierra, así las fiestas del gran lord de la fortaleza de Pría continuaron. Pero eso no era todo. El libro describía la estrella como un objeto único y milagroso que rompía las leyes de la física y alteraba la materia, el tiempo y el espacio. Lluvia en temporada de sequía, calor en el invierno para mantener los cultivos, agua dulce y potable, alimentos que se conservaban por más tiempo y cientos de acciones que se consideraron mágicas y milagrosas. Por consejo de sus súbditos, el gran lord de la fortaleza de Pría decidió convertir la isla en una gran academia de magia y hechicería que llevaría su nombre y así él sería alabado como el padre de la magia, pero a quien todos acudían, era al capitán Ravenz, él era el dueño del poder mágico, él podía otorgar ese poder a otras personas y solo él estaba capacitado para dirigir la academia. El gran lord enfureció y le ordenó a sus dos caballeros más confiables, Leimos y Harret, asesinar al capitán Ravenz y robar la estrella, ellos se negaron, habían recibido poder mágico directamente de su capitán y no olvidaban que el lord de la fortaleza los había amenazado con matarlos sí no resolvían el problema del olor a mierda, ellos decidieron unirse, asesinar al gran lord y entregarle la fortaleza, la isla y la academia al capitan Ravenz. La sociedad mágica fue tomando forma, a través de la academia de Malea nuevos magos de familias nobles recibían educación magica y creaban nuevos hechizos y aplicaciones. Así dividieron la magia en sus categorías, física, mental y dimensional. De todos los hechizos el más famoso fue el de teletransportación, los magos abrían un portal, los nobles entraban, pasaban por un túnel y llevaban a su destino del otro lado de manera segura y sin temor a los bandidos. La magia entró en una era dorada, los estudiantes graduados se convertían rápidamente en asistentes de reyes, duques y marqueses, ganaban grandes cantidades de dinero y resolvían todas las problemáticas. En el siglo XI el capitán Ravenz estaba muerto y sus descendientes dirigían la academia de Malea, pero hubo algo que caracterizó esa época, la codicia, después de pasar largos años desarrollando nuevos hechizos, los magos no querían compartirlos, ni siquiera con sus aprendices, eso creó la primera de las confrontaciones, muchos magos fueron asesinados por personas en las que confiaban para rebelar sus secretos y para el siglo XIII, la academia de Malea escribió el primer reglamento que consideraba las patentes mágicas, y agregó la ingeniería mágica. Ese siglo fue determinante. Un rey quiso deshacerse de todos los prisioneros de su reino, porque eran un lastre y no había suficiente comida, así que le ordenó a su mago que los desapareciera, sin matarlos, porque eso sería un crimen, solo, desaparecerlos. Un duque envió a un mago a resolver el problema de los incendios forestales, pero eran muy extensos y ese mago no tenía tanto poder, para resolverlo decidió quemar una aldea y usarla para detener el avance del fuego. Un rey estaba próximo a morir y no quería irse solo, el mago hipnotizó a las treinta concubinas del rey para que ellas aceptaran gustosas acompañarlo a su tumba. Página tras página, el libro mostraba docenas de crímenes, abusos y actos inmorales cometidos por los magos de la antigüedad como una advertencia, ¡esto es lo que pasa cuando se usa el poder sin moderación! En el siglo XV apareció el gran héroe, el mago William Vignon, director de la entonces universidad de Malea y un autentico genio que se consideraba descendiente de uno de los discípulos directos del capitán Ravenz, todos lo amaban y su frase más celebre decía. – No existe un mago sin imaginación – leyó Lilith en voz alta. Para resumir, un mago con poca imaginación creaba un escudo rectangular, y un mago con mucha imaginación lo creaba con la forma de una cúpula, lo hacía extremadamente delgado para no gastar mucha magia y lo apuntaba hacia arriba para usarlo como sombrilla. Según Vignon, el trabajo de los magos no era crear nuevos hechizos, sino darles nuevas aplicaciones a los ya existentes, era así como los magos prosperarían. Gracias a él muchas cosas cambiaron, fue el mejor mago de todos los tiempos, eliminó los excesos, permitió que las mujeres estudiaran, eliminó la distinción entre clases y promovió que cualquiera pudiera estudiar magia. Fue un mago adelantado a su época. Por desgracia sus cambios no fueron bien recibidos, las familias nobles querían volver a imponer las reglas antiguas, prohibiendo la educación para las mujeres y los plebeyos, iniciaron una revuelta y crearon el tsunami que hundió la isla. Después de eso comenzó el declive de la magia. Los magos se separaron, crearon academias en distintas partes del mundo que admitían solo a quienes lo merecían, sin pensar que eso afectaría el índice de magos nacidos dentro de las familias mágicas, la civilización siguió su curso sin ellos, llegó la revolución industrial, las guerras mundiales y pronto, los mundanos desarrollaron armas con la capacidad de destruir el planeta, mientras que cada generación mágica nacía con menos poder. Los magos ya no eran los más fuertes y la sociedad, a pesar de sus muchos cambios, seguía siendo temerosa al cambio. ¿En qué momento de la historia se encontraban?, justo en el declive. Cada vez menos magos querían dedicarse a actividades exclusivas de la magia y escogían carreras que eran también útiles para los mundanos. Los padres de Lilith estudiaron pedagogía y se especializaron en hechizos y pociones. Los investigadores necesitaban estudiar leyes y los ingenieros estudiaban sistemas. La magia ya no era como antes y existía la teoría de que se debía al hundimiento de la isla de Malea, en la actualidad, enviar un mensaje de texto era más barato que usar telepatía a distancia, pero Lilith seguía entusiasmada. Porque la magia era increíble. Ser capaz de manipular objetos desde la distancia, encender fogatas, condensar agua a partir del aire, detener la lluvia o salvar personas. El mundo de la magia era maravilloso, todo lo que necesitaba, era que la dejaran adentrarse. Su celular sonó, tenía un mensaje del chico–cuervo que decía: "¿Quieres ir al museo?" Lilith dudo, antes fue al museo de historia y era aburrido hasta el cansancio, sí no la hubieran obligado a elaborar un reporte, se habría quedado dormida parada – gracias – escribió mientras hablaba en voz alta – pero me estoy preparando para las clases, tengo mucho que estudiar. La respuesta llego muy rápido: "Por eso lo decía, hay muchos artículos mágicos en el sótano" Lilith miró el celular muy fijamente, no sabía qué había artículos mágicos en el museo, tampoco que había un sótano, "si, quiero ir", escribió de prisa. Percival programo la hora, termino de ponerse de acuerdo con Lilith y bajo el celular, le dolían los ojos por estar tanto tiempo frente a la computadora, pero no podía dejar de mirar. El hombre que entró a la tienda no era lo único en esas imágenes, los clientes de la tienda, mundanos o magos, proveedores que llegaban de improviso, el dueño y Lilith. Todas las mañanas ella llegaba a la tienda, limpiaba el mostrador, revisaba los estantes y abría la tienda, a veces acompañaba a los clientes mundanos, pero con los magos, se quedaba detrás del mostrador para protegerse de la magia mental, desde los ojos del cuervo Percival pudo ver las expresiones de los clientes. Desprecio. Burla. Desdén. No era hacia los mundanos en general, era hacia ella, una mundana atendiendo una tienda mágica, solo con verla los magos asumian que ella no entendería, no sabría lo que buscaban y no podría atenderlos. Pero ella siempre sonreía, cuando su turno acababa se despedía con una sonrisa, a veces miraba la televisión y por el ángulo del cuervo, Percival la vio un par de veces correr por algodón, por picarse el dedo con la aguja mientras cocía muñecas. En una actividad para la que no estaba hecha y ella era feliz. – ¡Grandioso!, ahora parezco un maldito acosador. Llego a la última imagen, Paul, el hombre que solo apareció una vez en las imágenes señaló hacia la pared y después saco un cuchillo. Según Lilith ese hombre robo una pintura, pero en las imágenes se veía con las manos vacías, entonces, ¿qué hizo con la pintura? La puerta de la oficina se abrió. – ¿Encontraste algo? – preguntó Antonio en cuanto entró. – Revise las imágenes usando la fotografía que me dio y nada, desde la fecha en que instalaron el cuervo, ese hombre jamás estuvo en la tienda. – No con ese rostro. Buen trabajo. – Y usted, ¿qué descubrió? Patricia Lacroix era la jefa del departamento de exploración, también era hija de la directora de la Academia Vitreri y tenía contactos en los otros departamentos. Hablar con ella no fue sencillo. De hecho, lo primero que Patricia dijo fue – largo. – No te he dicho porque vine, podría ser importante. Patricia rodó los ojos – tengo mucho trabajo y no tengo tiempo para ti, ve a molestar a otro departamento. – Escuche un rumor extraño, algo sobre una exploración que no salió bien – dijo Antonio y Patricia se detuvo. – No sé de que hablas – dijo después de una pausa – no tenemos accidentes en exploración, ve a otro lado. Su reacción fue suficiente para hacerle pensar que era cierto – usa el tema de la exploración cuando te reunas con la empleada de la tienda y averigua lo que pasó. – Podría no estar relacionado – dijo Percival. – O, podría ser la clave – agregó Antonio – sí vas a ser un investigador debes seguir todas las pistas. – Soy un ingeniero.
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