Enzo, aburrido de “ser feo” según él, y de que “todas se fueran con el niño lindo”, hablando de su amigo Lucas, armó un almuerzo en su casa el fin de semana. Filipa se había quedado con las llaves para empezar a organizar la cosa junto con Carol esa mañana. Luego llegó Rafael, quien había pasado a recoger a Irene por el canal, y Lara, quien llevó en su coche a Greta y a Calvin, con quienes quería charlar algunos temas antes de la gran licitación. Enzo apareció con Elizabeth y se alegró de lo hermoso que había quedado su gran jardín para la fiesta, y por supuesto, que no faltaron las felicitaciones de Elizabeth y Calvin para sus chicas, autoras de toda aquella decoración. Los chicos fueron apareciendo uno a uno, sin embargo, faltaba el más importante. Bueno, el más importante para Lara,