Esa noche, Lucas llevó a Carolina a cenar al centro de Madrid, a un lugar donde estaban completamente a la vista de los paparazis. Al volver a la casa, luego de ser encerrados por muchos flashes y mostrarse demasiado cariñoso con Carolina, llegaron a su mansión. La joven seguía dando muestras extremas de cariño, y en ese momento Lucas le indicó que debía irse a dormir, pues temprano, tendría que continuar con los dibujos del importante proyecto. El español se fue a bañar. Meditó mucho sobre lo que había pasado esa tarde en casa de Enzo… “¿Me habré pasado con las cosas que le dije? Parecía celosa…” (Sonrió). Estaba tan distraído en sus pensamientos cuando salió, envuelto apenas en una toalla y aun mojado en la parte superior de su cuerpo, que no se dio cuenta que Carlina estaba en su cama