[Diego]
Saber que mi familia acepta a Valle es el mejor regalo que me han dado. Eso me tranquiliza, ya que sé que si ella necesita ayuda y apoyo, en mi ausencia, estarán ahí para ella.
Así, solamente llegamos a casa de mis padres, mi hermana se llevó a Valle a ver algunas cosas para la casa y yo me he quedado con mis padres.
Arriesgándome a que me caigan cincuenta rayos, prendí el celular de nuevo para saber si algo pasaba. Obviamente, al ver los 25 000 mensajes de Sam me arrepentí inmediatamente y decidí apagarlo de nuevo.
⎯ ¿Todo bien?⎯ escucho la voz de mi madre que se acerca a la terraza.
⎯ Sí, solamente veía unas cosas ⎯ le respondo, sonriente.
⎯ Oye, ahora que no está Valle, quisiera platicar contigo, saber cómo te sientes después de lo de Emma.
El escuchar el nombre de mi hija me provoca inmediatamente un nudo en la garganta, he hablado con Valle y a ella le pasa lo mismo, por eso yo creo que nunca la mencionamos.
⎯ Pasando, madre ⎯ contesto sin agregar más.
⎯ Hijo, te veo muy feliz con Valle, pero también es bueno que te desahogues con otra persona.
⎯ Tengo miedo ⎯ le confieso de inmediato. Mi madre tiene ese poder conmigo, el de decirle todo lo que siento sin poder resistirme.
⎯ ¿De qué?⎯ me pregunta.
⎯ De perderla a ella también, a Valle.
Ella me abraza como si fuera un niño pequeño y yo me dejo consentir ⎯¿Por qué habrías de perderla?
⎯ Una vez casi lo hago madre, el recuerdo de ella, en el baño, tirada, con esa sangre alrededor y eso que me dijo, no se me va de la mente. Esa vez logré salvarla, pero ahora, me siento el peor esposo de mundo, ¿sabes? Todo lo que le rodeaba antes, ella era gentil y tranquilo y yo la traje aquí, a este caos. Además, mi agenda no me permite pasar tanto tiempo con ella y no quiero alejarme tanto que piense que la abandono, ¿no sé si me explico?
Mi madre sonríe y sé que ella entiende todo lo que torpemente trato de explicar.⎯ Valle es una chica fuerte, hijo. Ella te siguió hasta acá porque te ama, así como tú la seguiste allá. La persona que hace eso no lo hace para rendirse y regresarse de inmediato, es para quedarse en tiempo indefinido y ella lo hará. Valle, entiende a qué te dedicas y trata de adaptarse, debes darle un poco de crédito por eso. También debes darle la libertad de descubrir nuevas cosas aquí. Ella sabrá pasar tus ausencias y cuando llegues te recibirá con la misma alegría de siempre.
⎯¿Cuándo dices que debe descubrir cosas? ⎯ pregunto más tranquilo.
⎯ Pues, puedes empujarla a que haga algo de su profesión, podría, no sé...
⎯ Si dices abrir un restaurante, aquí te diré que ella no quiere eso ⎯ le agrego y mi madre se ríe.
⎯ Debes aprender a comunicarte con tu pareja ⎯ y se ríe ⎯ no se lo propongas, llévala al lugar. Muéstrale tu idea, despierta su curiosidad.
Sonrío, definitivamente mi madre me da los mejores consejos ⎯ Te aseguro hijo que Valle no se irá a ningún lado sin ti. Confía en eso, ahora ¿por qué no aprovechan el resto de la tarde juntos?
⎯ Pero, yo vengo a verlos a ustedes.
⎯ Lo sé, pero tienes poco tiempo a solas con ella también, tenemos tiempo hijo, dale una sorpresa, consiéntela, sé que sabes cómo.
Mi madre me abraza y yo siento que el mundo es un lugar mejor, que todos los miedos desaparecen y que mi cuerpo recarga baterías de inmediato. No cabe duda que extrañaba a mi madre y que al perder a mi hija me hizo mucha falta en San Diego, pero ahora sé que estoy de regreso y que de nuevo podré escuchar de sus consejos. Aunque, mi esposa no se queda atrás a la hora de dármelos.
Así, siguiendo su consejo, le mando mensaje a mi hermana para ver cuánto se van a tardar y saber si puedo prepararle una sorpresa improvisada a mi esposa. Al contarle mis planes, mi hermana, como siempre, se vuelve mi cómplice y me promete que se tardará hasta caer la noche con Valle para que me dé tiempo de crear el ambiente.
***
Cena para dos, nuestra terraza, velas y vino, es un ambiente sencillo para que ambos tengamos un día tranquilo. He vuelto a prender el celular a la hora que quedé con mi hermana para ver por dónde vienen y después de que los nuevos mensajes de Sam terminan de llegar, veo el de mi hermana.
Valle está por llegar y de pronto me siento nervioso, como si esta fuera nuestra primera cita, que por cierto, creo que nunca tuvimos una oficial.
Momentos después ella entra por la puerta con varias bolsas en sus manos y al ver todo oscuro lleno de velas las deja sobre el sillón que tiene al lado y con cara de sorpresa me sonríe ⎯ ¿Qué es esto?
⎯ Una pequeña sorpresa para ti corazón ⎯ le digo de inmediato ⎯ Una date night para ti y para mí, ¿te gusta? ⎯ y me acerco a ella para abrazarla. La tomo de la cintura y veo su sonrisa.
⎯ Me encanta, la casa se ve hermosa y ¿cocinaste? ⎯ me pregunta al ver la comida esperando por nosotros.
⎯ No estoy todavía preparado para crear todo un festín mi vida, así que...
⎯ ¿Comida a domicilio? ⎯ y me mira con esos ojos verdes que me enamoran cada vez más.
⎯ Lo siento, era eso, o que tú cocinaras un festín, y ya no sería sorpresa.
Valle me besa y sus labios hoy saben a vainilla. ⎯ Te perdono porque la sorpresa es increíble ⎯ contesta, mientras juega con mi cabello.
⎯¿Qué tanto compraste amor mío? ⎯ le digo al ver las bolsas al lado.
⎯ Tu hermana me llevó a la tienda que vimos en diciembre pasado, la de cosas para la cocina y creo que enloquecí ⎯ y se ríe.⎯ También compré cosas para ti.
⎯¿Puedo saber qué?
⎯ No, pero me lo podrás quitar cuando llegue el momento.
Me sonrojo, mi esposa aún logra que me sonroje sin poder evitarlo. ⎯ Estás desatada corazón, el titán, el regalo, ¿me encantaría saber qué planes tienes en esa mente tuya?
⎯ Mejor te los muestro, ¿va?, y ya me dices si te gustan o no – contesta, coqueta.
Tomo a Valle de las manos y la llevo hacia la terraza donde he puesto la mesa, calentadores y cojines sobre para poder sentarnos. La luz que está dentro de la casa nos alumbra perfectamente afuera y nos permite a la vez disfrutar de la intimidad que nos dan las estrellas.
Ella se sienta y se acomoda, mientras yo voy por el vino y las copas para servirnos y disfrutar de la velada.
⎯ Por nosotros ⎯ le digo levantando mi copa
⎯ Por nuestra vida juntos ⎯ dice ella y chocamos con cuidado para brindar.
Ambos damos un sorbo ⎯ mmmm excelente vino Señor ⎯ y vuelve a tomar.
⎯ Es de la mejor marca de Mendoza ⎯ contesto, y le muestro la etiqueta de mi vino.
⎯ Me encanta, gracias ⎯ y me da un beso.
Nos quedamos viendo un momento al cielo, ya que las estrellas están hermosas hoy, es como si la noche se hubiera puesto de acuerdo conmigo para darle la mejor de nuestras citas.